
Pelota - Cuatro y medio
Uno de cada cuatro tantos, de saqueSecciones
Servicios
Destacamos
Pelota - Cuatro y medio
Uno de cada cuatro tantos, de saqueJoseba Lezeta
San Sebastián
Martes, 22 de octubre 2024, 06:45
Los diez primeros partidos del presente Cuatro y Medio han dejado 80 tantos de saque, un promedio de ocho por encuentro sin tener en cuenta ... las quince faltas, una y media por comparecencia. Dado que el número de tantos ha ascendido a 337, la media de tantos resueltos en un solo pelotazo se sitúa en torno a uno de cada cuatro.
El dato, demoledor, evidencia la importancia del saque en el juego actual dentro del cuatro y medio. Sacar y restar siempre han sido importantes. Ahora se han vuelto fundamentales porque tampoco conviene pasar por alto que aumenta el número de tantos resueltos a través del saque-remate. Jaka, por ejemplo, firmó cinco el sábado en Soria frente a Zubizarreta III.
La viveza del material ayuda a hacer daño con el saque y a dificultar la tarea del restador, complicada de por sí. El propio Jokin Altuna ha asegurado en varias ocasiones que «el cuatro y medio es la modalidad en la que estamos jugando con pelotas más rápidas». Eso no significa que el amezketarra renuncie a un tipo de material que da ventaja a quien tiene el saque en su poder. Si el contrario saca provecho, por qué no yo. Se trata de una constatación desde el interior de la cancha.
Ninguno de los diez partidos ha alcanzado la hora de duración. El más peloteado es la previa de Aspe entre Darío y Salaberria con 249 y el tanteo más apretado, el 22-16 de ese choque y el del Laso-Peña II del domingo en el Labrit. El perdedor no ha llegado a dos dígitos en tres ocasiones.
Juan Mari Juaristi 'Atano XIII', seleccionador de material de la Liga de Empresas de Pelota a Mano (LEP.M) durante trece años, da su opinión al respecto: «La velocidad de la pelota resulta espectacular cuando se controla. Si se pierde el control, se acaba el espectáculo. Creo que en el tema del material estamos en un punto en el que corremos el riesgo de que se resienta el espectáculo. Es lo que pienso yo. Por supuesto, es un parecer rebatible».
El azkoitiarra habla del ejemplo más próximo, el Altuna III-Artola del domingo en el Astelena. «Vimos tres o cuatro tantos de categoría. Pero me hago la siguiente pregunta: ¿son suficientes para un frontón lleno con más de mil espectadores, una expectación enorme y dos pelotaris de esa talla sobre la cancha? Las empresas deberán evaluarlo».
Las tacadas han pasado de esporádicas a frecuentes y de frecuentes a diarias. Tres marcaron el desarrollo del choque de Eibar. «En el 11-5 favorable a Altuna pensábamos que el partido no tenía color», relata el exseleccionador. «De repente Artola igualó a 11 en un pimpampum. Recuperó el saque Jokin y se fue directo al 21-11».
«Antes también había grandes sacadores», añade el azkoitiarra. «Pero era más fácil restar porque la pelota llegaba a mucha menos velocidad. Aunque en el cuatro y medio estás más cerca del frontis, es complicado meter la mano a esos saques».
Hay quien mira en otra dirección: «Comprendo cuestionar el material, pero el nivel de algunos perdedores ha sido preocupante».
Reflexiona Atano XIII: «El pelotari quiere acabar el tanto y el partido cuanto antes. Es lógico. El material rápido y vivo ayuda en ese objetivo y son ellos quienes prefieren esa pelota. De hecho, en cuanto pierde algo de chispa se quejan y dicen que se han quedado en nada. ¡Cómo van a quedarse en nada las cuatro pelotas en poco más de 200 pelotazos!».
No solo por la cuestión del material, sino por el cambio en el concepto del juego y la búsqueda de rapidez, el cuatro y medio ha vivido una transformación sustancial. «En cuanto dan tres o cuatro pelotazos seguidos a bote, tres o cuatro insisto, escucho que se han puesto a jugar clásico. Me acuerdo de aquellos partidos de la jaula donde el tanto se maduraba a base de peloteos largos hasta que se encontraba la oportunidad de acabar de aire o de dejada. Ahora se busca el gancho o la volea a las primeras de cambio. Llegados a este punto, entiendo complicado dar dos o tres pasos atrás», se resigna Atano XIII.
Martin Alustiza, seleccionador de material, es actualmente el responsable único de este apartado en el Campeonato del Cuatro y Medio, ya que recibe el lote directo de manos del pelotero sin que medien los intendentes de las dos empresas. «Uno de cada cuatro disputados, son muchos tantos de saque», reconoce. «Por mi parte, me rijo por el mismo criterio del año pasado. Lo que ha cambiado es el sistema de elección. Preparé todos los lotes antes de empezar la competición. Funcionó bien en el Manomanista. Se evitan así suspicacias, pero reconozco que aumenta mi preocupación por el hecho de hacer la preselección con un mes o más de antelación en lugar de tres o cuatro días». Ocho pelotas componen el lote que Alustiza presenta a los pelotaris para cada partido. El de Segura constata un proceder habitual por parte de los protagonistas. «Están eligiendo las cuatro más vivas, dos cada uno. Día tras día, semanas tras semana, las cuatro más bajas se quedan en el cesto. Las descartadas suelen ser las cuatro pelotas menos rápidas. También puedo asegurar que el cuatro y medio es la modalidad que menos gasta el material».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.