Jokin Altuna: «No sé si es la txapela más especial, pero sí la más díficil de todas»

Entiende el amezketarra que «no ha sido mi mejor final, estuve mucho mejor en la semifinal, pero es importante también que cuando no tienes tu mejor versión mantengas la cabeza fria». Quiso insistir en ese mensaje puesto que no se vio ese Altuna contundente. «Yo creo que esa ha sido una de las claves, mantener la cabeza fria. No me he ido nunca del partido e incluso ni he gritado cuando he fallado pelotas que no tenía que fallar», declaró.

Con 12-7 el partido se pudo haber roto a su favor, pero pasó todo lo contrario. Laso se metió de lleno en la final. «Sí, en ese tanto he sacado a la pared y era complicado restar, pero lo ha hecho bien y ha hecho dos o tres tantos buenos que han igualado la balanza». El amezketarra reconoció que «por momentos me ha atrapado bien, no he estado brillante y él ha ganado la mitad de la cancha, pero he sabido sufrir y ganar así sabe mucho mejor. Estoy con muchas ganas de celebrarlo con la familia y con toda mi gente», se liberó.

Quiso hacer hincapié precisamente en eso, en el «saber sufrir» porque «no he sabido jugarle a los pies, una de las claves. Había mucha tensión y él creo que por momentos estaba siendo mejor. Pero por eso mismo me siento más orgulloso, por cómo he respondido».

El partido tuvo muchos empates, a trece, a catorce, a quince, a dieciséis, a dieciocho, el polémico diecinueve iguales y el que decantó el partido, en el veinte. «Ha sido el factor más de terminante, con el 20-20 me tenía, pero en ese momento no se te pasa nada por la cabeza». Trató de explicar desde dentro el fallo de Laso, que tuvo a Altuna noqueado pero no muerto. «El frontis le ha hecho un extraño cuando tenía una pelota franca en el uno y medio para rematarme. Me he sabido reponer en el tanto, he ganado la mitad de la cancha y luego he podido hacer el tanto. Y ya con el 21-20 haces el último de saque y se termina la final», trató de desgranar el guipuzcoano.

Hubo tramos con el 12-7 que parecía que la txapela volaría para Amezketa, pero Laso no bajó los brazos y tocó su primer triunfo individual con la yema de los dedos. «En esos momentos no sientes miedo, sabía que la final iba a estar al 50%, pero insisto en que una de las claves ha sido que he estado sereno. En ningún tanto me he salido del partido y eso que no he tenido las mejores sensaciones, pero estas victorias saben mucho mejor por todo; por la tensión que había, por cómo estaba siendo la final y porque ha sido apretada», añadió.

Jokin Altuna quiso huir de las comparaciones, pero con 25 años suma tres txapelas del Cuatro y Medio y dos del Manomanista. El palmarés a su edad es envidiable. «Cuando se retira alguien como Aimar, de semejante nivel, pues la gente empieza a hablar de relevos. Lo que ha hecho Aimar durante estos 20 años es increíble, pero yo tengo que pensar en lo mío y me quedo con la victoria de hoy». Quiso darle valor al triunfo porque «no sabéis todo el trabajo que hay detrás para conseguir la txapela. Obviamente es una pena porque piensas que él, Aimar, y todos los grandes, van a ser eternos, pero todo empieza y todo acaba y en este momento tengo que disfrutar y no pienso en nada más», zanjó posibles debates.

El guipuzcoano quiso ser muy duro con el centenar de aficionados que no respetaron las normas sanitarias. «No me ha parecido ni medio normal, ha sido una falta de respeto hacia los dos pelotaris y la gente tiene que ser mucho más responsable porque te lo juegas todo a una carta. Porque encima no es que hayan avisado una vez, les han avisado muchas veces y hay que ser responsable. Pasa en muchos sitios, pero espero que no vuelva a ocurrir». Explicó sus sensaciones. «Cuando desde megafonía hablan no sacas igual, estás desconcentrado, pero por lo menos no me he salido de la final. Toca disfrutar».