Viento cruzado para Jokin Altuna

Sabe Altuna III que bastante tiene con sortear mañana a Ezkurdia y conducir su avión indemne, con los menores rasguños posibles, a los hangares del aeropuerto gasteiztarra. Solo entonces será momento de pensar en el siguiente aterrizaje, el del domingo 14 en el Bizkaia de Bilbao, al que solo llegará uno de los dos vientos jóvenes y temibles que azotan esta tarde las inmediaciones del Labrit, cerca del aeródromo de Noain.

Jokin Altuna viene de sortear varias turbulencias, si bien pudo enderezar a tiempo el rumbo ante Oinatz Bengoetxea para acercarse a su destino. Busca su sexta final consecutiva en el Campeonato del Cuatro y Medio, retener la txapela conquistada en diciembre ante Jaka, y la amenaza llega de Navarra, donde persiste la calidad a pesar de perder en los últimos tiempos un protagonismo que fue absoluto durante muchos años.

No es nada nuevo para el vigente doble campeón manomanista y del acotado, consciente de que seguir en la cúspide obliga a dirigir las mejores aeronaves con la destreza reservada a las grandes figuras, en una combinación de estudio, aprendizaje, sentido común, trabajo, cualidades y capacidad para resolver contratiempos en un abrir y cerrar de ojos.

Ya están aquí las semifinales del Campeonato del Cuatro y Medio, la primera competición con público de la mano profesional después de que las empresas se vieran obligadas a culminar el Parejas de 2019 a puerta cerrada y programar las cuatro siguientes competiciones sin poder abrir los frontones a los espectadores.

El pelotazale, por cierto, ha respondido. Incentivado por la gira de retirada de Aimar Olaizola, ha acudido en buen número y se han registrado asistencias reseñables durante el torneo. Las semifinales de este fin de semana suponen la confirmación de esta tendencia positiva. Apenas quedan 75 localidades a la venta para el Laso-Peio Etxeberria de esta tarde en el Labrit de Pamplona. Las reservas para el Altuna III-Ezkurdia de mañana superan ya el millar en un Ogueta de Vitoria que registrará un entradón.

Unai Laso y Peio Etxeberria dirimen esta tarde en la capital navarra una de las dos plazas de finalista. Savia nueva de la pelota navarra, están llamados a discutir la hegemonía a los guipuzcoanos en las competiciones individuales. Ambos están a las puertas de su primera gran final. Solo uno alcanzará este honor.

Laso, sobrepuesto del atropello sufrido a manos de Ezkurdia en el inicio de la liguilla de cuartos dentro del grupo II, ha confirmado todo lo bueno apuntado desde su reincorporación a Baiko en la segunda quincena de junio. Antes que nada ha demostrado la sinrazón deportiva de una decisión que todavía colea en el pensamiento de muchos. Ha ganado a pelotaris con los que pugna por situarse en lo más alto del escalafón de delanteros de la plantilla. Y se ha erigido en la principal alternativa al dominio de los pelotaris de Aspe en el Manomanista y en el Cuatro y Medio. El ritmo, la velocidad de su pelotazo y la variedad de posturas forman parte de su lista de virtudes.

Peio Etxeberria, que ya en 2020 cayó por un apretado 21-22 ante el luego subcampeón Jaka, ha confirmado las expectativas más halagüeñas sobre su rendimiento, ha acabado líder del grupo I por delante de Altuna III y no renuncia a nada a pesar de salir como supuesta víctima en la eliminatoria de hoy. Corregir la falta de fiabilidad a la hora de restar saques es las asignatura que más tiempo de estudio habrá requerido en sus últimos entrenamientos. Una vez en el peloteo, infunde respeto.

El Altuna III-Ezkurdia de mañana en el Ogueta de Vitoria lleva colgado el cartel de final anticipada desde que el amezketarra derrotó el lunes a Bengoetxea VI en el Beotibar y se confirmó el cruce. Sus trayectorias se han cruzado cantidad de tardes y noches en citas de máxima envergadura. El de Arbizu ha vencido en las dos finales del Cuatro y Medio que han protagonizado, en 2018 y en 2019. Sin embargo, el de Amezketa en las cuatro últimas semifinales entre ellos del campeonato navarro de la distancia. También Altuna III ha cortado el paso a Ezkurdia en el Manomanista en tres ocasiones (2018, 2020 y 2021). Hay razones para confiar tanto en uno como en otro.

Por momento de forma, parece partir con ventaja Ezkurdia. Ha bajado cinco o seis kilos de peso y no ha perdido ese gas que le distingue. Desarboló a Laso, tarea complicada. Restar su saque de la mejor manera posible y frenar sus inicios de tanto figurará a buen seguro en los planes de Altuna III para plantar los pies lo más cerca posible del centro de la cancha para iniciar sus operaciones. El aterrizaje, se mire por donde se mire, está complicado.