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Nueve años después Jokin Altuna se encuentra en una tesitura casi idéntica a la del año de su estreno en el Campeonato del Cuatro y ... Medio. Llegaba a la tercera jornada de la liguilla con dos puntos en la clasificación y para entrar en semifinales necesitaba hacer trece tantos a Oinatz Bengoetxea en el Atano III un domingo por la tarde. Esta vez, el mismo día de la semana, le bastan ocho para alcanzar el mismo objetivo. Con trece se asegura el primer puesto del grupo A.
La diferencia estriba no solo en el adversario, Iraitz Zubizarreta en lugar de Bengoetxea VI, también en la diferencia de edad, de experiencia y de bagaje de Altuna III. Tenía 19 años en 2015. Son 28 ahora. El debutante suma ya diez participaciones. No había ganado ninguna txapela entonces. Guarda ocho ahora en las vitrinas de su casa: cuatro del Cuatro y Medio, tres del Manomanista y una del Parejas.
«Me acuerdo bien de aquel partido contra Oinatz. Fue una gran lección para mí», apunta Jokin Altuna, que venía de superar a Aimar Olaizola la semana anterior. Tomó la delantera Bengoetxea VI 4-0, amplió la ventaja 12-4, el amezketarra cometió falta de saque en el 8-3, veía el ansiado 13 cada vez más lejos y acabaron 22-7.
La cuestión del tanteo no modifica el planteamiento de Altuna para el encuentro de este domingo. «Si preguntas a cualquier pelotari, te responderá que es mejor estar a ocho tantos de clasificarte que a veintidós. Pero ahora mismo no pienso en eso. Soy consciente de que todavía no he dado el primer paso. Mi objetivo no es ni 8 ni 13, sino 22».
La sombra del tanteo, de todas maneras, pulula en el ambiente. «Lo afrontas de otra manera si empiezas mal y te ves impotente», reconoce el amezketarra. «Entonces sí empiezas a darle vueltas a la cabeza. Me tomo el partido como cualquier otra semana. Se trata de intentar recuperarme bien del partido anterior, completar buenos entrenamientos y salir a ganar». Hizo manos este martes antes de la elección y volverá al Atano III este miércoles para completear una sesión de frontón.
Si en 2015 se le cruzó por el camino un veterano, esta vez le llega un aspirante de 25 años de estreno en la categoría. «No he jugado nunca contra Iraitz, pero hemos entrenado juntos en varias ocasiones», cuenta el defensor de la txapela. «Siendo aún aficionado, venía a los entrenamientos de Aspe».
Cambia la perspectiva para el campeón. «Antes jugaba contra pelotaris mayores que yo y ahora sucede al revés. Eso cambia para mí. Todos los partidos son especiales e importantes para mí. Todavía no estoy clasificado y debo salir a tope. Sé que Zubizarreta no va a venir a pasar la tarde ni a pensar que juega contra mí y el día es bonito. Saltará a la cancha con la intención de ganar. Es un gran profesional, muy bien preparado».
Valora Altuna III al rival. «Ha ganado a tres pelotaris que están por encima suyo en el escalafón de su empresa –se refiere a Larrazabal, Urrutikoetxea y Artola–. Solo ante Jaka ha rendido por debajo de su nivel. En el resto ha sido competitivo y cree en sus posibilidades. Tiene muchas cosas buenas. Si no le alejas del frontis, demuestra muchos recursos. Es rápido en defensa y aguanta los partidos largos. Si me vendo, terminará el tanto con la dos paredes o la dejada. También de aire. Es un rival peligroso».
La renuncia de Artola por lesión al partido contra Jaka depara un 22-0 favorable al delantero de Lizartza, clasificado para semifinales gracias a este resultado. Zubizarreta III ya no tiene que estar pendiente de otros. Condicionado por la contundente derrota por 22-6 a manos de Jaka, el ataundarra está obligado a dejar en siete tantos o menos a Altuna III este domingo. Salvo que mediara alguna lesión, eso sí será una hazaña de dimensiones homéricas.
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