Pelota | Cuatro y Medio

Peio Etxeberria presenta su candidatura

Viendo el buen verano de Jaka, se esperaba una mejor versión suya. No fue así. En todo caso, enfrente tuvo a un Peio Etxeberria que rozó la perfección. Jugó valiente, encontró todos los ángulos, hizo daño con la volea mientras que con la izquierda a bote puso en muchísimos apuros a Jaka. Abrió al ancho de maravilla, pero también disparó con potencia hacia al txoko. Un auténtico partidazo. El navarro tiene un físico privilegiado, indispensable para triunfar en la jaula. Altuna III, que algo sabe de pelota y más de esta modalidad, ha declarado más de una vez que el Cuatro y Medio se ha convertido en más exigente que el Manomanista. Por el ritmo que se impone, por la cantidad de esfuerzos que hay que repetir en poco tiempo. Así estuvo Jaka, obligado a defender y de un lado al otro de la cancha. Peio Etxeberria le invitó a bailar y tras 19 minutos de función el navarro ganaba 2-12.

He estado francamente mal. A este nivel no se puede dudar, y he dudado en casi todas. Ir de aire, ponerme a bote... No ha sido mi partido, le he puesto todas las pelotas en la mano». Solo cuando el guipuzcoano se decidió a ir verdaderamente a rematar de aire generó peligro. Eso sí, tampoco estuvo acertado en el remate. Sus ganchos se marcharon fuera. Sus paradas al txoko no superaron la chapa. Su machete no estaba afilado. Todo lo contrario Peio Etxeberria, al verse muy superior tanto en marcador como en el juego, se vino arriba. «Siempre te da confianza ver que le sacas muchos tantos de diferencia al rival y creo que por eso he jugado mucho más suelto».

Si el año pasado la sorpresa fue Aitor Elordi, ojo con Etxeberria. En las dos últimas ediciones ha alcanzado las semifinales, le queda el último paso. En 2021 perdió 22-8 ante Laso, en 2022 cayó 22-14 ante su buen amigo Ezkurdia. Está por ver qué hace en 2023, pero el resto de pelotaris harían bien en no fiarse ni un pelo. El zenoztarra, además, ha aprendido a controlar sus emociones. En su debut del Parejas le vimos nervioso durante muchos de los primeros partidos. Acertaba muchísimo pero también encadenaba errores impropios para alguien de su calidad. Ahora ya no, o no al menos con tanta frecuencia. Realizó trece tantos de jugada y Jaka fue un juguete roto entre sus manos. El navarro se medirá al ganador del Ezkurdia-Salaberria del domingo. El vencedor entre los ganadores estará entre los cuatro mejores de la competición. Cuidado con Peio.