«¿Si se puede pedir un final mejor? Que fuese dentro de 10 años»

Al ser una decisión meditada durante meses, Irribarria va extrayendo aspectos positivos. «¿Un consejo para los pelotazales? Que vida solo hay una y viene así. Cambia muchísimo de un día para otro y solo puedo decirles que la aprovechen al máximo. Parece absurdo, pero no dejes para mañana nada en la vida, haz lo que tengas que hacer, lo que te nazca porque es intensa y pasa volando. Y más en la pelota. Me he dado cuenta que no siempre pasa lo que planeas, así que disfruten del momento». Ahí tienen el consejo del campeón manomanista más joven de la historia.

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Anoche tuvo una celebración «simple y con los míos» de la que no quiso dar demasiados detalles, pero hoy empieza una nueva etapa. «Me infunde respeto, no te lo voy a negar». Volvió a declarar que «no he hecho más en mi vida que jugar a la pelota», aunque aquí miente. Con 26 años es ingeniero mecánico, tiene un Máster en Enseñanza, es concejal en Arama y además es padre de una niña preciosa de ocho meses «con la que voy a disfrutar muchísimo».

Irribarria no ocultó que pese a que «llevo muchos meses sufriendo, lo duro vendrá ahora, durante las próximas semanas. El día ha sido para disfrutar, no creo que haya sido triste. Esa sensación seguro que se producirá más adelante porque cambias tu día a día por completo», remarcó. El aramarra deja un legado y un récord que pulverizar. Pasarán muchos años antes de que alguien con 19 años gane el Manomanista por primera vez. «No sé si dejo un legado, pero la pelota sí que lo deja en mí. Me va a marcar para siempre». El 18-22, un ejemplo perfecto de su talento. «No pensaba terminar así, le he dado a la pelota, se iba al rebote y Jokin la ha dejado pasar. Un tanto precioso para acabar». Eskerrik asko.