Jokin Altuna: «He dormido 17 horas entre viernes y sábado gracias a una buena siesta»

– ¿A qué hora llegó el viernes a casa desde Azpeitia?

– Sobre las dos y media.

– ¿Le costó dormir?

– Bastante, me pasa siempre que juego partidos por la noche. A mí y a muchos pelotaris. Tienes el cuerpo tenso y es difícil conciliar el sueño. Creo que me dormí sobre las 4.30. Y el sábado me levanté a las 9.45. Fui a correr, a sudar un poquito y luego almorcé. Después me pegué una buena siesta.

– ¿De cuánto tiempo?

– De dos horas, creo que no me había echado una igual en mi vida. Estaba muy cansado.

– ¿Y después de Zarautz?

– Llegué a Amezketa sobre las 9, fui a cenar con los amigos y a las 12 ya estaba en casa. Acumulas el cansancio tras haber jugado dos partidos en tan poco intervalo de tiempo. El de Zarautz fue un partido duro, muy exigente. Además, hacía mucho calor.

– ¿Ha podido recuperar la rutina diaria?

– Más o menos. Me he levantado a las 9.15 y he ido a Idiazabal, a la fábrica de Astore, donde nos hemos probado la nueva equipación para los entrenamientos y también la ropa de calle. Nos han dado tres juegos a cada uno. Luego he hecho unos estiramientos y he comido un poco. Dedicaré toda la tarde a descansar. Entre viernes y sábado habré dormido 17 horas en total, contando con la siesta.

– ¿Los pelotaris no estaban acostumbrados a jugar varios partidos seguidos, sobre todo en verano?

– Sí, ya lo había hecho antes muchas veces. En los últimos años he llegado a jugar cuatro partidos en cinco días. Ya sabes lo que es, pero ahora es distinto después del confinamiento. Lo notas más. Este es un deporte muy violento. Hemos estado casi dos meses sin tocar pelota. Al principio te notabas espeso y cuesta volver a coger el ritmo.

– A tenor de los resultados cosechados hasta el momento, parece que está que se sale...

– No sé, yo no diría tanto. Estoy pasando un buen momento. Tengo mejores sensaciones que al principio de los entrenamientos. Cada semana que pasa me encuentro mejor y eso que solo hemos tenido quince días para ponernos a tope. Estamos contentos, tenemos tres puntos de cuatro, pero queda mucho torneo por delante. Hay que ir partido a partido. Lo importante es acabar bien de manos, sin dolores. Tenía miedo a la acumulación de partidos este fin de semana, pero entre semana me he encontrado a gusto.

– Desde fuera parece que se juega muy fácil con Ander Imaz.

– Ander es un pelotari muy competitivo y suma siempre con todos los delanteros con los que juega. Lo da todo en la cancha. En los dos últimos años ha subido varios peldaños. Había jugado con él antes en dos ocasiones. El año pasado en Sanmateos. Ganamos dos partidos y perdimos la final contra Aimar y Rezusta. Y también en Covaleda, donde también ganamos. En total llevamos ocho partidos juntos. Por ahora hemos ganado seis y solo hemos perdido dos.

– ¿Qué le ha sorprendido de lo que llevamos de torneo?

– Que Elezkano II-Aretxabaleta y Urrutikoetxea-Irribarria no lleven todavía ningún punto. Hay muchas parejas que andan bien, el nivel es muy alto. Y también ha habido lesiones.

– ¿Pensaba que Oinatz Bengoetxea volvería a ese nivel?

– Oinatz es duro, competitivo, curtido en mil batallas. Es un pelotari distinto y me alegré de su reaparición. Me imagino que tendría sus miedos después de tanto tiempo parado, pero seguro que la victoria del sábado en Lizartza le habrá servido para aumentar su confianza. Junto a Martija forman una pareja muy peligrosa.

– Su próximo compromiso es el sábado en el Labrit ante Olaizola II y Zabaleta...

– Otro partido duro, pero miedo no hay. Aimar juega mucho y si le sumas a Zabaleta. Les ha costado coger la onda, pero son una pareja muy completa. Seguro que llegarán a semifinales y hay que contar con ellos para el título.

– ¿Cómo ha pasado el coronavirus?

– Preocupado, como el resto de la gente. No sabes a lo que te vas a encontrar. Pensar a largo plazo es en balde, hay que vivir el presente. En Amezketa no ha habido ningún contagio, pero me sorprende que en la papelera, donde trabaja muchísima gente tanto del pueblo como de Hernani, Tolosa o alrededores, no haya pasado nada.

– ¿Y lo de llevar mascarilla?

– Bien, es cuestión de acostumbrarse. En el frontón la llevamos siempre puesta, hasta cuando nos ponemos los tacos en el vestuario. Hay que cumplir las normas.