
joseba lezeta
Domingo, 29 de abril 2018, 19:37
La carrera de Iker Irribarria como manista profesional discurre a un ritmo vertiginoso: campeón manomanista con 19 años -el más joven de la historia-, ganador del Parejas con 20, referencia indiscutible en la plantilla de Aspe, las miradas de los pelotazales sobre él... Todo de golpe. Sin apenas tiempo para digerirlo. En volandas sobre una ola que prometía llevarle muy lejos y durante mucho tiempo.
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Sin embargo, el deporte de élite discurre en carreteras llenas de curvas más que por autopistas placenteras. No digamos ya el Manomanista, el campeonato capaz de llevarte al éxtasis -el título de hace dos años- y el más despiadado de cuantos existen. Iker Irribarria descubrió el domingo su crueldad en el Astelena de Eibar, la plaza por excelencia, la cancha en la que todos los grandes han atravesado dificultades. Tarde o temprano. Antes o después.
Joseba Ezkurdia dilapidó en 36 minutos las esperanzas depositadas por Irribarria en su competición fetiche al propinarle un desgarrador 22-9, dejarle sin semifinales por primera vez desde su maravillosa irrupción en 2016 y arrebatarle una condición de cabeza de serie que parecía vitalicia. Todo en un paquete que no le habría gustado abrir nunca.
Así es el Manomanista. Los grandes campeones han vivido sinsabores similares. No hay que remontarse muy lejos en el tiempo. Oinatz Bengoetxea, Aimar Olaizola y Juan Martínez de Irujo supieron salir de esos agujeros más o menos profundos en los que cayeron por unas u otras razones. Alguno se reinventó. Otros demostraron fe ciega en sus principios. Les sirvió.
Irribarria cayó eliminado, jugó peor que hace dos ediciones y dejó la sensación de que ha perdido pegada. Pero tiene solo 21 años. Como quien dice, acaba de comenzar en este deporte del siglo XXI en el que lo conseguido hoy no vale ya pasado mañana. Esto no termina con la derrota frente a Ezkurdia, lacerante en comparación con la de la final del pasado año contra Bengoetxea VI. Pero exige reflexiones y respuestas. Pacientes, sí, pero también categóricas.
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El de Arama cierra en el Astelena una temporada decepcionante: ausencia del Cuatro y Medio por lesión, luces y sombras en el Parejas y la 'guinda' del Manomanista. Muchas derrotas y pocas victorias. «Creo que he hecho bien el trabajo de preparación y no he desperdiciado el tiempo del que he dispuesto», confesó tras la derrota. Seguro que es así, pero hay que ir más allá.
Iker Irribarria | aspe
Joseba Ezkurdia | aspe
Irribarria lo intentó sin suerte frente a un Ezkurdia a gran nivel y rebosante de confianza tras liberarse de presiones y agobios gracias a la txapela del Parejas lograda junto a Zabaleta hace menos de un mes. El peso de la responsabilidad cambia rápido de un barrio a otro.
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El de Arbizu sacó y restó mejor. Aprovechó el saque-remate con determinación. Cogió altura en el frontis. Y buscó el flanco débil de Irribarria, el ancho, lo mismo de zurda que a base de tocar la pared izquierda de volea. Encontró la derecha de Irribarria en el ochenta por ciento de sus oportunidades. «Quería que Iker jugara incómodo, no a pie quieto», señaló Ezkurdia.
La derecha de Irribarria flaqueó como no habíamos visto hasta el momento. «He estado mal de derecha», reconoció. «Desde el calentamiento, la pelota no me salía de la mano». Tampoco le funcionó el saque. «He sacado de desastre. Es lo que peor he hecho durante los entrenamientos. Incluso, Joseba me hacía daño con el resto. He notado demasiada tensión». Irribarria se aceleró con el paso de los tantos, sobre todo al verse por detrás. Jugó con prisa. La volea no obligó al contrario. Apenas gozó sus sotamanos, sobre todo los de derecha.
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Ezkurdia
22
-
9
Iribarria
Tiempo de juego: 36 minutos y 28 segundos. 6:27 de juego real
Pelotazos a buena: 164
Tantos de saque: Ezkurdia, 4. Irribarria, 0.
Faltas de saque: Ezkurdia, 0. Irribarria, 0.
Tantos en juego: Ezkurdia, 11. Irribarria, 8.
Tantos perdidos: Ezkurdia, 1. Irribarria, 7.
Marcador: 0-1, 1-1, 1-3, 3-3, 3-6, 13-6, 13-8, 16-8, 16-9 y 22-9.
Momios de salida: 100 a 60 a favor de Irribarria. 40 a 100 por abajo.
Botilleros: Juan Martínez de Irujo acompañó a Joseba Ezkurdia e Igor Olazabal hizo lo propio con su sobrino Iker Irribarria.
Incidencias: Muy buena entrada en el Astelena de Eibar. 1.023 espectadores. Lleno el primer piso, tanto el lateral como el rebote. Pocos huecos en las butacas de cancha. Joseba Ezkurdia no pidió ningún descanso, mientras que Iker Irribarria agotó tres de los suyos (8-6, 15-8 y 20-9).
El carisma de Juan Martínez de Irujo continúa intacto. Botillero de Joseba Ezkurdia, en cuanto apareció sobre las tablas de contracancha para dirigirse al set de descanso, los pelotazales iniciaron una cerrada ovación que no culminó hasta que tomó asiento. El de Ibero agradeció el gesto del público con una sonrisa. Irujo acudió con Mikel Beroiz al Astelena, donde también coincidieron con Patxi Eugi y Oskar Lasa.
La catedral registró una magnífica entrada con 1.023 espectadores, que se suman a los 763 del viernes en Bergara y los 950 del sábado en Pamplona. Hay movimiento para mañana en el Atano III, donde Asegarce espera superar el millar de asistentes con el Urrutikoetxea-Altuna.
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