Fernando Vidarte cede la gerencia de Aspe a su hijo Jorge

Fernando Vidarte, de 72 años, recogió el testigo de sus antecesores. su abuelo Enrique y su padre Alberto, a quienes «reconoce y agradece la presencia durante más de cien años en la gestión y desarrollo de la pelota a mano». Cede ahora los trastos a Jorge, el mayor de sus hijos, de 41 años, la cuarta generación de una familia inseparable de la gestión profesional de este deporte desde comienzos del siglo XX.

Administrador único de Aspe desde que se hizo con las riendas de la empresa en 1998, primero se hizo con una parte de la empresa, fundada en su día por expelotaris en su mayoría riojanos, y posteriormente con el cien por cien del accionariado. Ha sido testigo directo de la evolución de la empresa, actor en los acuerdos alcanzados con Asegarce -predecesora de Baiko- para la creación de la Liga de Empresas de Pelota a Mano (LEP.M) y testigo de los éxitos de los manistas de su plantilla, por la que han pasado Titín III, Martínez de Irujo, Barriola, Zabaleta, Altuna III y buena parte de la mayoría de las figuras.

Admirador de Pampi Laduche, entre los pelotaris con los que trató en su época en Empresas Unidas figuraban Retegi II y Galarza III.