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El sotamano de derecha de Julen Martija acababa de tomar rumbo al colchón de arriba cuando medio centenar de niños comenzaron su carrera hacia el centro de la cancha del Izarraitz. Saltaron como si el juez de salida hubiera disparado la pistola. Acorralaron a los ... cuatro protagonistas, que lanzaron al aire sus muñequeras con el fin de encontrar por fin hueco suficiente para saludarse entre ellos.
Unai Laso y Mariezkurrena II ganaron 22-16 a Joseba Ezkurdia y Martija en un estelar que no terminó de enganchar a la parroquia pelotazale de Azpeitia. Firmó el campeón manomanista ganchos marca de la casa. Dominó con claridad su zaguero, muy seguro esta vez. Dejó el de Arbizu un par de bonitos remates. Escaso bagaje. Resistió el zaguero de Etxeberri como pudo y como es costumbre en él. Sin embargo, faltaron equilibrio, incertidumbre real, continuidad y, sobre todo, frescura.
No solo los niños acorralaron a los pelotaris. Dio la sensación de que jugaron sin el gas de otras veces, como si las restricciones de energía se hubieran implantado en el Izarraitz sin previo aviso.
Laso-Mariezkurrena II
22
-
16
Ezkurdia-Martija
Tiempo de juego: 55 minutos y 30 segundos.
Pelotazos a buena: 500 más 15 de la vuelta del 2-2 por una zancadilla involuntaria de Laso a Ezkurdia.
Tantos de saque: Laso, 0. Ezkurdia, 0.
Faltas de saque: Laso, 0. Ezkurdia, 0.
Tantos hechos: Laso, 12. Mariezkurrena II, 1. Ezkurdia, 6. Martija, 2.
Tantos perdidos: Laso, 7. Mariezkurrena II, 1. Ezkurdia, 6. Martija, 3.
Marcador (primera cifra para Laso y Mariezkurrena II): 0-2, 4-2, 4-5, 5-5, 5-7, 13-7, 13-8, 14-8, 14-9, 15-9, 15-11, 19-11, 19-12, 20-12, 20-14, 21-14, 21-16 y 22-16.
Momios de salida: 100 a 80 a favor de Laso y Mariezkurrena II. 60 a 100 por abajo.
Incidencias: menos espectadores de los habituales la noche de San Ignacio en el Izarraitz de Azpeitia. Cerca de 500 pelotazales.
El trote de la última semana acorrala a los organismos. Para Laso era su cuarto partido en siete días desde la reaparición tras la lesión muscular en el cuádriceps. Los dos últimos, además, en un margen de 24 horas. Jon Mariezkurrena solo ha disputado uno menos, tres, en ese periodo. Para Ezkurdia, convocado a última hora para solventar la lesión de Altuna III, era el quinto compromiso en diez días. Martija saltaba a la cancha después de sufrir molestias en el glúteo durante su compromiso de la víspera en Lekunberri.
Es el peaje del primer verano tras la pandemia. La mano profesional recupera plazas tradicionales y el punto de normalidad que le había faltado los dos años anteriores. La respuesta de público es positiva a la espera de lo que deparen ferias como las de Vitoria, Bilbao y Donostia, ya complejas en el pasado previo al coronavirus.
El estelar azpeitiarra cayó por su propio peso. Mandaron las derechas de Laso y Mariezkurrena. Abrieron huecos amplios sobre la cancha. Obligaron a Ezkurdia y Martija a desenvolverse con muchos metros de separación entre ellos. Neutralizaron el buen arranque de la pareja de Aspe, adelantada 5-7 después de varias acciones interesantes del delantero de Arbizu, autor de un par de tantos de dos paredes con la zurda: en postura de costado la del 4-3 y de abajo la del 5-6.
No bastaron para cambiar la tendencia de las apuestas, inclinadas con fe y argumentos hacia los de Baiko, quienes reaccionaron con una tacada de ocho tantos para pasar del adverso 5-7 al favorable 13-7. Apoyado en un dominio diáfano de Mariezkurrena, tomó las riendas ofensivas Laso con remates certeros.
La intensidad de la luz de Ezkurdia perdió fuerza con el paso de los minutos. Sin oportunidades claras de remate, obligado a entrar en contacto con la pelota desde lejos y falto de inspiración, cometió además algunos errores claros. Solo los vaivenes de Laso con la puntería permitieron que la ventaja no creciera demasiado y mantener la persecución en el electrónico, aunque estaba claro que resultaría infructuosa.
Era una combinación montada para asistir al primer duelo de este verano entre Laso y Altuna. No pudo ser por el golpetazo en el hombro izquierdo sufrido por el amezketarra el pasado viernes en Getaria. Con un calendario tan cargado y compromisos diarios, era difícil encontrar el lustre adecuado para conservar el brillo de los zapatos a estrenar.
Llevaban 219 pelotazos a buena en el 4-3 tras un comienzo preocupante para la duración final del encuentro. A ese ritmo podían irse a los mil. Decayó la progresión al llegar con 441 al ecuador, en el 11-7. Doblar significaba rondar los 900 totales. Sin embargo, la segunda parte avanzó con mayor rapidez. No en lo que respecta al juego, pero sí en la resolución de los tantos. Salaberria y Egiguren V batieron 22-16 a Zubizarreta III y Alberdi en el duelo entre delanteros del cinco y medio, distancia que requiere mayor agresividad para aprovechar los pocos huecos de la distancia, achicados con tan buenos defensores como los de la noche del domingo en el Izarraitz. Al final dieron 627 pelotazos en 63 minutos y medio. Pocos para lo que se avecinaba al principio.
Los dos zagueros ocasionales cargaron con buena parte del trabajo. Julen Egiguren puso la pelota más lejos que Jon Alberdi, lo que facilitó a Iker Salaberria mejores posibilidades para lanzarse a por el tanto. Iraitz Zubizarreta terminó con uno solo de jugada, la parada al txoko del 10-6. Más trabajo que brillo.
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