Cuairan también tiene derecha y Murua gusta pese a perder

No solo fueron los dos mejores remates de la tarde en el Beotibar en la segunda jornada de semifinales del Torneo Abanca Bankoa-DV. Obra de Harkaitz Murua (Altzo, 17 años), levantaron además murmullos de admiración. Apenas un minuto separó el primero del segundo. El marcador recoge el 11-11 cuando el delantero seguido de cerca por Aspe cobró una volea al ancho imposible de ajustar mejor sobre la chapa y también cerca de la raya de contracancha. En el siguiente tanto, el 11-13, el propio Murua se sacó de la manga una dos paredes de sotamano con la zurda sin apenas espacio para realizar la maniobra con el brazo cerca del txoko. Maravillosa.

Era difícil mejorar esas dos jugadas. Nadie fue capaz. Lo negativo para los intereses de Murua, autor de una magnífica semifinal de promesas en inferioridad de condiciones en la zaga, es que perdió 22-17 junto a Nico Fernández (Fuenmayor, 18) ante Unax Ramirez (Leioa, 17) y Endika Santesteban (Zubieta, 18), dominador atrás sin necesidad de alardes. Pega el doble que el hijo pequeño del exprofesional Dani.

Ramirez, autor de siete tantos de saque, y Santesteban vieron comprometido su pase a la final con el 14-17 adverso. Se equivocó Murua en una arriesgada dejada al ancho y Fernández falló los cuatro tantos siguientes, que dieron paso al definitivo 22-17.

Había expectación en Tolosa para ver en la eliminatoria sénior a dos zagueros de excelente zurda, Javi Cuairan (Cortes, 23) y Unax Landa (Oiartzun, 19). El duelo terminó con un claro vencedor. El navarro nacido cerca de la muga con Aragón confirmó las excelencias de su brazo izquierda y añadió a su arsenal una derecha de la que la pelota salió siempre rápida y con garra. Su enrabietada celebración estuvo al nivel de su actuación, que desterró al menos por una tarde la fama de pelotari fallón que le acompaña desde hace tiempo. Quien le vio ayer por primera vez no le colgará ese sambenito.

Beñat Apezetxea (Goizueta, 19) y Cuairan trabajaron a fondo para doblegar a Jorge Fernández (Fuenmayor, 21) y Landa, sometido durante casi todo el encuentro. Falló además demasiadas veces el oiartzuarra, al que le costó ponerse a la pelota.

Dos o tres errores de Apezetxea después de adelantarse 12-6 permitieron a los perdedores acercarse a dos tantos, 13-11 y 14-12. El encuentro volvía a estar abierto... y a Fernández le traicionaron por los pelos dos remates, fundamentales a la postre. Una dos paredes se le marchó fuera por centímetros en el 15-12 y su gancho se estrelló en la chapa en el 16-12. No hubo reacción.

Será la primera final para Cuairan, que alterna con los pelotaris de Garfe tras quedar fuera del periscopio de Baiko y Aspe. Llega por segunda ocasión Apezetxea, participante en la de promesas en 2022.

Quien suma ya cinco finales es Amaia Aldai (Dima, 24). Ha ganado dos de ellas e irá a por la tercera ante Goiuri Zabaleta. Derrotó 10-22 a Laia Salsamendi (Etxauri, 18) en el mejor de los seis partidos disputados dentro del cuatro y medio en la presente edición. El listón de calidad, a decir verdad, estaba bajo. El toma y daca interesante del principio se rompió a partir del 7-7.

Diez tantos de saque y cuatro en acciones de saque-remate ayudaron a la vizcaína a doblegar a la elegante Salsamendi, que acusó el mal de la mayoría de participantes en esta modalidad. Sufrió al resto. Nada menos que 58 de los 172 tantos tantos disputados en la jaula han terminado de un solo pelotazo. Uno de cada tres. Porcentaje elevado y preocupante.