El caserío Aruntza de Azpeitia ya luce orgulloso dos txapelas. Jon Alberdi colocó este sábado en una vitrina su primer trofeo del Manomanista Promoción, ganado con total merecimiento gracias a un campeonato que ha dominado de principio a fin. Alberdi ha ganado todos sus partidos. Cinco de cinco. Antes, trituró a Arteaga II y superó a Bakaikoa en las dos previas de Baiko para meterse en la liguilla. Allí superó a Zubizarreta III, Salaberria y Elordi para cruzarse en un choque especial con su hermano Unai en semifinales, con el que no tuvo piedad. Cosas de hermanos, ya saben. Y ayer, en un Labrit de Pamplona que tuvo media entrada pero un precioso ambiente gracias a las dos cuadrillas de los pelotaris que se dejaron la garganta, pasó por encima de Iker Salaberria para ganar su primer Manomanista Promoción. Un campeonato impoluto que le otorga billete para el Manomanista de Primera de 2023. De justicia.
Publicidad
Alberdi tomó distancia desde bien pronto, aunque necesitó sudar. Los cinco primeros tantos superaron los diez pelotazos y todos ellos cayeron del lado colorado. Salaberria llegaba un segundo tarde a cada impacto con la pelota mientras que a Alberdi le salía rápido de la mano. El resultado, un 7-0 de inicio que hacía peligrar una final emocionante. Salaberria despertó con dos ganchos y un tanto de saque, pero Alberdi volvió a apretar. Iba a ganar por las buenas y por las malas. Por las buenas porque todos los remates encontraban las esquinas del Labrit, por las malas porque todos los peloteos largos terminaban con tantos atrás. El goizuetarra no encontraba respuestas y se vio con un contundente 13-3. Significante el tanto doce colorado.
Salaberria tuvo tres pelotas francas para terminar, pero sin veneno es imposible ganar una final. Alberdi le dio la vuelta al dominio del tanto y su sotamano botó en el ocho. Antes de que la pelota rebasara la cabeza de Salaberria el navarro ya caminaba abatido hacia los vestuarios.
Alberdi
22
-
11
Salaberria
Tiempo de juego: 51 minutos y 28 segundos.
Pelotazos a buena: 267.
Tantos de saque: Alberdi, 6. Salaberria, 3.
Faltas de saque: Alberdi, 0. Salaberria, 0.
Faltas de saque: Alberdi, 0. Salaberria, 0.
Tantos en juego: Alberdi, 10. Salaberria, 6.
Tantos perdidos: Alberdi, 2. Salaberria, 6.
Marcador: 7-0, 7-3, 13-3, 13-4, 15-4, 15-9, 21-9, 21-11 y 22-11.
Tantos de diez o más pelotazos: doce (siete de Alberdi y cinco de Salaberria).
Momios de salida: a la par con tendencia por Alberdi. 80 a 100 por abajo.
Botilleros: Ángel Alberdi con su hijo Jon y Jon Apezetxea, intendente de Aspe, con el también goizuetarra Iker Salaberria.
Incidencias: 530 espectadores en el Labrit. Precioso ambiente gracias a las dos cuadrillas. Ganó la de Salaberria.
Tras el descanso el guion no varió y pese a un arreón de Salaberria gracias a su público, la final se encogió a un 15-9. Pero había mucho que remar y Alberdi no estaba por la labor de dejarse ganar. «Ha sido una final más dura de lo que dice el 22-11. Sabía que Iker me iba a hacer una tacada, pero he sabido responder para pararle los pies. La verdad es que he tenido muy buenas sensaciones para ganar la txapela». Su celebración, al más puro estilo Kylian Mbappé. El azpeitiarra se deslizó por la contracancha de rodillas y con las manos en las axilas. Los contratos de ambos son diferentes, claro.
Por continuar con los símiles, Salaberria fue un quiero y no puedo. Como el Real Madrid, incapaz de competir contra el dinero. «No he estado a mi nivel, no he competido y él ha sido mucho mejor. Una pena por toda la gente que ha venido», dijo desolado.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La artista argentina Emilia, cabeza de cartel del Música en Grande
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.