Altuna «Cuando debuté ser campeón era un reto, imagina serlo tres veces»

Jokin Altuna es un hombre feliz. Comenzó el Manomanista con un contundente 7-22 ante Unai Laso. «Los campeonatos son así. Ese día no me salió nada, él estaba a tope y yo no estuve nada bien. Ha sucedido todo lo contrario. La verdad es que del primer pelotazo me he dado cuenta de que era mi tarde y de que me salía la pelota genial de la mano. Luego puedes perder o ganar, pero tenía buen cuerpo y confiaba en mis posibilidades», arrancó feliz Altuna III, que además de ser un fuera de serie sobre la cancha ha demostrado que es uno de los mejores planificando los partidos.

«De casa he traído claro que si en sus saques iba para delante estaba vendido. Ha hecho seis, siete y hasta diez tantos de saque ante Darío, tenía que esperar a bote». Evitó el sotamano de Laso «jugándole a los pies. Con estas pelotas hay veces que haces mucho más daño jugando rápido al cinco y que salga la pelota que pegando atrás. Hay veces que el contrario gana el centro de la cancha y en esos pelotazos entra de aire para pasar a dominar. He cambiado un poco la forma de jugar. Y claro, luego hay que acertar en el día importante». Sufrió Laso el primer disparo del de Aspe. «Le he hecho tres saques directos al principio y eso le ha podido meter presión en el cuerpo».

Da Altuna III mucho valor a la victoria. «Parece que todo ha sido bonito y fácil, pero no ha sido así. Creo que el año pasado he estado mucho mejor de juego. Cuando debuté ser campeón era un reto, imagina serlo tres veces. Es como para estar muy contento». Es consciente el amezketarra que a él siempre se le exige mucho más que al resto de los pelotaris. «Ganar el mano a mano es algo muy grande, pero no te puedes dormir nunca. Ahora viene el verano, muchos partidos y tienes que rendir en todos. La gente paga un pastizal por las entradas para verte jugar y siempre hay que estar a tope. Si eres campeón tienes que demostrarlo durante todo el año, y más allá de las txapelas uno de mis objetivos es ser regular durante los doce meses», sentenció.

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