Menos cartel, pero un gran partido de pelota

Pues es lo que se perdieron los 500 aficionados habituales que poblan las gradas del frontón; un muy buen partido de pelota entre un suplente de lujo como Aitor Elordi y un eliminado de garantías como Danel Elezkano. El derbi de Bizkaia fue a parar a Mallabia, no sin sufrir y sudar una barbaridad. Que se lo digan al campeón del Parejas, que se vio 17-14 cuando le hicieron siete tantos de una tacada.

No llegaba Elezkano II en las mejores condiciones en cuanto a manos. «He tenido muchas dudas durante la semana y no he llegado en mi mejor momento. Sin embargo, me he encontrado genial durante todo el partido», declaró al final de la batalla. Quizás por eso se puso tanto a bote y para golpear de izquierda. Sorprendió, además, su insistencia con ese golpe. El de Zaratamo ejecutó un bonito zurdazo desde la contracancha y en el cuadro dos. Y lo cierto es que le funcionó. Ocho de sus trece tantos los fabricó con ese modus operandi. Preciosos, dos de ellos, ambos para empatar el partido. El 4-4 fue a parar al rebote después de un latigazo soberbio de Elezkano tras diez duros pelotazos. Tan solo habían transcurrido ocho tantos y tres de ellos habían rebasado los diez pelotazos.

Por trascendencia, bastante más importante fue el 19-19, último abrazo en el marcador. También tras diez intercambios Elezkano II mandó un pelotazo que botó en el siete, pero esta vez no alcanzó el rebote. El sotamano, y más con la tralla que llevaban los dos vizcaínos encima, fue espectacular.

Lo mejor del partido es que los dos entendieron que si querían sumar el punto tenían que bajar al barro. Sufrir cada tanto como si fuese el último. Tratar de dar un pelotazo más por si el rival comenzaba a flojear. Curiosamente, cuando más renta tuvo Elezkano II, sacó mucho peor. No cruzó tanto los primeros disparos. Elordi pasó a entrar de aire –restó doce veces a bote– y dominar desde el resto. Se las prometía felices con 10-14, pero Elezkano II tiró de amor propio para realizar siete tantos de una tacada y colocar un peligroso 17-14 en el marcador. Ese saque que le hubiese llevado al último descanso con cuatro tantos de ventaja, le terminó de condenar.

Elordi respondió de aire y empató el partido a diecisiete y dieciocho. Elezkano II respondió haciéndolo a diecinueve. Pero acabó claudicando. Su último saque tampoco fue eficiente y Elordi alcanzó el cartón veinte con una bonita jugada desde el txoko al ancho. Un gancho del mallabiarra y otro que se marchó abajo del de Zaratamo hizo que terminara un gran partido de pelota. Menos cartel, pensaban...