Cerca de colgarse el «no hay billetes» en el Navarra Arena

Desde que el 2 de mayo salieran a la venta las entradas para la final el respetable está respondiendo a las mil maravillas. Tal es la expectación que incluso sin saberse quiénes pugnarán por la txapela dentro de dos semanas estamos cerca de colgar el cartel de «no hay billetes». El Navarra Arena acogerá por primera vez la final de la categoría reina y ya se han vendido más de 2.100 entradas de las 2.500 disponibles. Aspe y Baiko se guardan las 500 restantes para repartirlas entre patrocinadores, autoridades, prensa y demás mientras que cada finalista también tiene unos 200 billetes para distribuir entre su gente. En definitiva, butacas que se ocuparán con total seguridad independientemente de los dos finalistas.

A última hora de ayer restaban 279 entradas por vender vía Internet. Los precios, que oscilan entre los 40 y los 120 euros, no están siendo un problema para el aficionado, que quiere volver a disfrutar con la final del Manomanista después de que el año pasado Jokin Altura y Beñat Rezusta se pegaran por la txapela a puerta cerrada. Gran parte de la cancha, las entradas más caras, están ya prácticamente ocupada. Tan solo restan 44 entradas a un precio de 122,50 euros.

Los asientos más económicos, los del rebote, también presentan la misma imagen. Hay disponibles veinte entradas en el rebote de cancha –entre 85 y 100 euros– mientras que en el rebote del primer piso faltan siete por asignar, todas ellas dispersas –55 euros–. Donde todavía quedan localidades por vender es en la zona de la cancha alta, los asientos más alejados del frontis del Navarra Arena. A última hora de ayer restaban por vender 205 entradas, a un precio de 100 euros. Jokin Altuna, Unai Laso, Joseba Ezkurdia y Erik Jaka, solo dos de ellos optarán por ganar la txapela, pero las gradas estarán llenas para animarles.

Así las cosas, la final del 29 de mayo será la primera que se dispute en Navarra. Ni siquiera la bombonera del Labrit, donde se vive el mejor ambiente en la actualidad, ha podido albergar finales del Manomanista. La primera final se disputó en 1940 en el frontón de Gros. Aquel año Atano III se impuso 22-8 ante Txikito de Iraeta. Desde entonces, la categoría reina de la pelota ha tenido campeonatos salvo en cinco ediciones y ninguna de ella había aterrizado en Pamplona para la gran cita.

De hecho, si bien el Atano de Donostia ha sido el frontón que más veces ha albergado la final, el Bizkaia de Bilbao ha ganado la batalla en la última década. Desde el 2011 tan solo el Atano –en 2014 con Olaizola-Retegi Bi– había roto la hegemonía.