Darío aprovecha la siesta de Zabaleta, que llega tarde al Labrit

El botillero Fermín Escudero no se cortó un pelo en el primer descanso de Zabaleta, con 3-9 en su contra. «Estás jugando como si después de ganar a Jaka ya lo hubieses hecho todo. Así es imposible». Tenía razón. Zabaleta no estaba en el partido. En apenas 11 minutos y 42 pelotazos a buena, perdía 3-9. No mejoraron las cosas en el primer descanso obligatorio, con 3-12. 16 minutos de juego y solo 67 pelotazos a buena. No le hizo falta a Darío desplegar un juego soberbio. Zabaleta, incómodo en la cancha, no compareció en los primeros compases de la batalla. «He empezado demasiado tranquilo y lo he pagado, me ha sacado mucha ventaja. Me he cansado mucho al principio y he salido dormido aunque por poco no le he dado vuelta», declaró el de Etxarren, que despertó del letargo.

El viernes Elordi hizo daño sacando en el Atano III varias veces desde el seis. Zabaleta, que en el calentamiento trazó un saque de dos paredes maravilloso que botó cerca de la contracancha tratando de asustar al pelaire, comenzó a sacar desde más atrás. Ante Jaka sus primeros disparos fueron violentos y más bien cortos desde el cuatro. Este sábado decidió utilizar su palanca para poner en un aprieto a Darío. El riojano pasó a jugar mucho más lejos del frontis, cometió dos faltas de saque –uno corto y otro largo– y terminó pidiendo la hora.

Zabaleta entonces sí que compareció. Volvió a atrasar una barbaridad la pelota con la derecha pese a que el material fue perdiendo fuelle y a Darío no le quedó más remedio que pasar a defender. Normalmente de aire, con la zurda y desde el ocho. Mal augurio. Del 8-17 con el que el punto comenzaba a pintarse de azul al 14-17 con seis tantos de una tacada.

Pero Zabaleta cometió demasiados errores, hasta siete fallos, como esa pelota fácil de derecha que sirvió para llegar al último descanso obligatorio (14-18). El partido se puso más duro y peloteado, e incluso tuvo polémica. Con 17-21 el remate de Darío que supuso la victoria pareció tocar la chapa.«Me voy enfadado. Esa última ha sido mala. Entre eso y que he regalado medio partido...».