Erik Jaka elimina 22-15 a Iker Irribarria en el Astelena

Tras una edición de ausencia por problemas de salud, Jaka e Irribarria regresaban al campeonato que les ha proporcionado las mayores alegrías de sus carreras. Una pericarditis apartó al de Lizartza y una operación de rótula en la rodilla dejó fuera de los participantes al de Arama. Recuperados ambos de sus dolencias, buscan uno y otro resultados que les refuercen. Esa necesidad se dejó notar desde el instante inicial. Para mal. Defraudó la eliminatoria.

Pálido desde el calentamiento hasta la entrevista de televisión posterior al encuentro, Irribarria no fue ni la sombra del gran manomanista que lleva en su interior, demostrada en la consecución de sus dos txapelas. Las convincentes actuaciones en el Campeonato de Parejas prometían.

Cometió tres faltas de saque –la primera, en el 12-8, cortó su aproximación en el marcador y le condicionó después–, acumuló cantidad de errores y estuvo lento en defensa. Sin embargo, preocupa más que la zurda no le funcionara, sobre todo a bote, cuando es un arma fundamental para sus aspiraciones junto al sotamano y la volea. A bote no encontró altura en el frontis y esa carencia le impidió castigar la defensa de Jaka en la medida deseable para sus intereses.

Ha podido pesar que su mano izquierda estuviera entre algodones varias semanas tras su eliminación del Campeonato de Parejas. La frescura que demostró en esa competición no hizo acto de presencia.

Esta derrota aparta a Irribarria de su competición fetiche. El mayor batacazo lo recibe él, por supuesto, pero también es un mazazo para Aspe, su empresa, que veía brotes verdes para respaldar su apuesta por un pelotari de 25 años y carrera por delante.

Jaka, al contrario, sí logra quitarse un peso de encima en una tarde de nervios. No es habitual verle quedarse tantas veces a medio camino cuando va en busca del remate. Concedió oportunidades de recuperarse a un oponente que las desaprovechó. Le dio mejor rendimiento al de Lizartza el saque –seis tantos directos en los que encontró bien la pared izquierda y los pies de Irribarria– que el saque-remate –solo le dio uno– cuando cabía presumir que este era su gran argumento ante semejante pegador.

Ahora bien, la mayoría de los tantos largos cayeron del lado de Jaka gracias a la defensa y a que en ningún momento el rival le agobió de verdad.