EIBAR
Domingo, 15 de mayo 2022
La pelota guipuzcoana no tendrá a nadie en la final del presente Manomanista después de copar las dos anteriores y disponer al menos de un representante en las seis últimas, desde 2016 a 2021. Los pelotazales navarros, en cambio, están de enhorabuena. Con ocasión de la primera final de la competición reina que albergará un frontón de su tierra, el domingo 29 en el Arena de Pamplona disfrutarán del Ezkurdia-Laso, la primera entre dos navarros desde el Martínez de Irujo-Julen Retegi de 2014. Han tardado ocho años en recuperar una costumbre que por aquel entonces había perdido consideración y valor a base de repetirse con tanta asiduidad.
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La línea de la futura y tantas veces citada Y vasca no pasa por Eibar, pero un tren de alta velocidad con forma humana se desvió la tarde de ayer hacia la ciudad armera y cruzó el interior del Astelena para asombro de los 403 pelotazales que ocuparon menos de la mitad del aforo. Procedente de Arbizu, responde al nombre de Joseba Ezkurdia, quien certificó el pasaporte a su primera final del Manomanista siete segundos antes de que el cronómetro completara los 34 minutos, en 166 pelotazos. Propinó a Jaka la mayor paliza registrada en el Manomanista en curso. Darío eliminó a Peio Etxeberria con idéntico resultado en Oñati pero no dentro del cuadro final, sino en una previa de Aspe.
EZKURDIA
22
-
2
JAKA
Tiempo de juego: 33 minutos y 53 segundos.
Pelotazos a buena: 166.
Tantos de saque: Ezkurdia, 6. Jaka, 0.
Faltas de saque: Ezkurdia, 0. Jaka, 0.
Tantos en juego: Ezkurdia, 12. Jaka, 1.
Tantos perdidos: Ezkurdia, 1. Jaka, 4.
Marcador: 0-1, 14-1, 14-2 y 22-2.
Tantos de diez o más pelotazos: cinco (todos obra de Ezkurdia).
Momios de salida: 100 a 70 a favor de Ezkurdia. 50 a 100 por abajo.
Botilleros: el prepador físico Rubén Ayarra arropó a Joseba Ezkurdia y el manista aficionado Jon Eskudero, a Erik Jaka.
Incidencias: suspendió la entrada en el Astelena de Eibar con ocasión de la segunda semifinal del Manomanista. 403 espectadores. El festival funcionó mejor en el piso de arriba, a 30 euros la localidad, que en las butacas de cancha, a 60, hecho repetido en la catedral de la mano en la presente edición. Mayoría de seguidores de Ezkurdia.
Jaka digería en el vestuario la apabullante derrota. «Hasta hoy mi balance en el Manomanista era positivo, pero ahora mismo me invade la pena. Durante los partidos anteriores tuve la sensación de que tocaba bien a la pelota. Hoy, en cambio, no».
Sin que sirva de excusa, el de Lizartza se suma a la lista de víctimas del trote de un partido semanal. Palizas como la que compartió con Artola en su victoria por 22-21 del domingo precedente en el Bizkaia no se recuperan en tan poco tiempo. Mostraba Erik en su boca un herpes labial, consecuencia a menudo de episodios de fatiga que el cuerpo no acaba de asimilar. «Me he sentido cansado», reconoció el campeón manomanista de 2020. «No le he dado velocidad a la pelota y cuando sucede eso parece que el contrario le pega el doble».
8 años habían transcurrido desde la última final entre dos navarros, la disputada en 2014 en el Atano III de Donostia entre Martínez de Irujo y Julen RetegiGanó 22-9 el de Ibero.
Ezkurdia era la otra cara de la moneda. «Durante la semana previa al encuentro te haces muchas películas sobre cómo puedes jugar. Me he sentido con chispa, empezando desde el saque. Cuando todo se te pone de cara, tu confianza crece».
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Reveló el de Arbizu un temor que albergaba desde el entrenamiento que protagonizó con Aitor Elordi en el Astelena el miércoles tras la elección de material. «Aquel día no anduve bien a la hora de restar los saques y quería conservar el saque como fuera».
Curiosamente, Jaka obtuvo el primer tanto del partido a pesar de que el sorteo concedió el saque inicial a Ezkurdia. El prometedor arranque no encontró continuidad, ya que el navarro respondió con una tacada de catorce tantos en catorce minutos. Sacó con fuerza y dirección, tuvo pausa con la derecha, cruzó a la pared izquierda, imprimió violencia a la volea, encontró los ángulos con cortadas de zurda llenas de potencia...
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Joseba Ezkurdia
Aspe
Atropelló a un contrario incapaz de frenar el vendaval. El de Lizartza llevó dos tantos, el 9-1 y el 17-2, más allá de los veinte pelotazos. Resistió a duras penas gracias a que volea con las dos manos. Pero es imposible ganar cuando te encuentras tan alejado del frontis y apenas te conceden oportunidades de pasar al ataque. Careció de chispa suficiente.
Ahora bien, mostró su disposición para jugar el partido por el tercer puesto contra Jokin Altuna el domingo en el Aitzuri de Zumaia. Veremos qué decide el amezketarra, quien pidió días para decidir sobre su participación.
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Erik Jaka
Baiko
Mientras, Ezkurdia piensa ya en Laso. «Ya nos hemos enfrentado dos veces en el Campeonato del Cuatro y Medio –ambas cayeron de su lado, 22-21 en 2019 y 22-9 en 2021– y va a ser el primer mano a mano en toda la cancha entre nosotros. Unai posee una chispa especial. Desde que volvió al campo profesional no ha bajado su nivel de juego en ningún momento. Creo que tendré mis opciones».
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