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«Durante lo que llevo de preparación del Manomanista he completado tres entrenamientos de frontón con sparring: uno junto a Víctor, otro con Jon Erasun ... y el último en compañía de Aitor Elordi». Jokin Altuna se presenta con este bagaje, corto en apariencia, a la semifinal del Manomanista contra Joseba Ezkurdia de este sábado en el Labrit de Pamplona.
Eso no significa que se descuide. Ni mucho menos. Ha mantenido el ritmo de la planificación física y ha optado por sesiones técnicas como la de ayer mismo en el Labrit de Pamplona. A las nueve de la mañana, dos horas antes de la elección de material, estaba ya en el vestuario del frontón y minutos después saltaba a la cancha para ensayar saques, jugadas, remates y situaciones de juego acompañado por Jon Apezetxea, intendente de Aspe.
Ezkurdia Agota nueve de los diez minutos de que dispone para elegir pelotas de 104.5 gramos (número 1) y 104.9 (2). «Me gusta probar bien todas e ir descartándolas poco a poco. He separado la primera porque me entraba bien en la mano. Con la segunda he buscado que tuviera salida de frontis».
Altuna III optó por las de 105.7 (3) y 104.5 (4). Subraya que «una de las mías es parecida a las dos suyas. Y he buscado otra más tranquila para disponer de diferentes opciones. Las últimas elecciones se distinguen por el orden en que vamos. Habría elegido las suyas de tocarme antes que a él».
El viernes de la próxima semana se cumplirán dos meses desde la eliminación de Altuna III del Campeonato de Parejas en la última jornada de la liguilla de semifinales. Fue el 26 de marzo. El domingo siguiente disputó el telonero de la final en el Navarra Arena y el viernes 14 de abril le programaron otro partido de parejas en el Gurea de Azkoitia. «Además, fue duro», apunta el amezketarra.
Su estreno en la presente edición del Manomanista se produjo nueve días después ante Laso en el Bizkaia. «Si no recuerdo mal, dos de esas sesiones con sparring fueron antes de ese compromiso. Una semana más tarde me enfrenté a Elordi en el Astelena y ensayé con el propio Aitor en el Bizkaia en el posterior paréntesis de quince días antes de medirme a Elezkano II».
Precisamente en el intervalo entre la segunda y tercera jornadas de la liguilla, el 3 de mayo, afrontó otro encuentro de parejas en Legazpi. «Tal y como se juega hoy en día mano a mano en toda la cancha, los partidos de parejas también sirven de preparación», señala el amezketarra.
Lejos queda la época en la que Retegi II aparcaba los partidos de parejas para meterse de lleno en sus largos preparativos del Manomanista. Martin Alustiza recuerda que el de Eratsun «dejaba incluso de jugar durante un mes para dedicarse por completo a los entrenamientos específicos». Restar los saques atrás, por ejemplo, requería para un delantero como él una puesta a punto propia en ese apartado. Patxi Eugi, posteriormente, se movía en una línea similar.
Alustiza apunta una curiosidad, impensable en la actualidad. «Me acuerdo que un año fui a hacer esquí de fondo a los Pirineos con Iñaki Etxeberria, mi botillero, con el objetivo de coger fondo para el mano a mano. Dormíamos en Jaca».
Inaxio Errandonea, también expelotari, comenta que «iniciaba mi preparación de frontón bastante tiempo antes del mano a mano, pero sin dejar de jugar por parejas. Además, esta modalidad nos exigía a los zagueros un periodo de adaptación al que dedicábamos las sesiones de frontón». Era también el caso de Fernando Arretxe, magnífico especialista. El propio Joxan Tolosa variaba e intensificaba los preparativos cuando llegaba la gran cita del año. También perdía peso.
La actual condensación del calendario y la sucesión de campeonatos oficiales, que contrasta con el descenso del número total de partidos a lo largo del año, obliga a adecuar la aproximación al Manomanista. Figuras como Jokin Altuna, que acumula diez semifinales consecutivas en las tres grandes competiciones, buscan un acondicionamiento técnico exprés mientras saltan de un torneo a otro. También deben medir los esfuerzos y evitar desgastes suplementarios.
Eliminado del Campeonato de Parejas a finales de febrero, Joseba Ezkurdia ha dispuesto de un mes para una puesta a punto truncada por una inoportuna rotura de fibras en la pierna que le obligó a parar. Llegó con el tiempo justo al inicio del Manomanista. «Las sensaciones de mi último entrenamiento, el del martes con Peio Etxeberria, han sido mejores, buenas». Ha ido a más.
Altuna III subraya que «llego bien, sin excusas. La semifinal es a un partido. Será duro, como todos los que se juegan contra Ezkurdia. Ganarle siempre es complicado. Somos conscientes de que los entrenamientos y el trabajo hechos están muy bien, pero se trata de darlo todo el día de la semifinal. Pienso que el inicio será duro. Habrá momentos complicados en los que tocará aguantar. Aprovechar el saque es importante porque él también lo hará. Ezkurdia hace daño con la velocidad y ha logrado sus mejores resultados cuando ha roto al rival con ese arma. Pienso que Joseba irá a hacer su partido sin pensar en endurecerlo. Otra cosa distinta es que también es muy buen pelotari cuando la exigencia física es alta».
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