No todos los campeones tienen sitio

El Astelena de Eibar recibió a dos campeones del Manomanista con menos luz de la habitual. El ambiente era tenue. Impropio cuando se juntan dos estrellas. Iker Irribarria, doble campeón del Manomanista y que cedió en otra final, se verá las caras con Erik Jaka, txapeldun en la categoría reina. Son dos de los cinco campeones que tiene el torneo si contamos a Joseba Ezkurdia, Mikel Urrutikoetxea y Jokin Altuna. Sin embargo, no entran todos. Uno de los dos guipuzcoanos quedará eliminado el lunes en Eibar; veremos si Urrutikoetxea es capaz de superar mañana a un Darío que llega lanzado mientras que Ezkurdia tampoco se puede fiar el domingo de Agirre. Es el Manomanista de los campeones y alguno dirá agur antes de tiempo.

El primero en ejercitarse ayer en el Astelena fue Iker Irribarria. El aramarra lo hizo solo sin la ayuda de ningún otro compañero. «No he podido entrenar todo lo que me hubiera gustado, pero llego vivo, con chispa y tras ganar el domingo pues con ilusión». Pese a que el guipuzcoano no alcanzó la final del Parejas, entiende que «el torneo ha sido largo y duro sobre todo en los últimos partidos, llego al torneo como he podido», apostilló, aunque sin poner excusas sabiendo que es uno de los mejores a toda cancha.

Después de la elección, rápida en ambos casos, fue el turno para Erik Jaka. El lizartzarra entrenó con Iñaki Artola. Estuvo sacando –la pelota siempre tocaba la pared izquierda– y restando durante diez minutos antes de disputar dos partidillos a cinco tantos ante Artola. «He tenido tiempo para preparar el campeonato, pero lo que está claro es que nadie llega sin entrenar. Si cada uno hace lo suyo seguro que estarán en buena forma», afirmó. El delantero de Baiko viene de realizar «entrenamientos físicos en los que he metido más carga para luego estar más fino. En el frontón parecido, he hecho tres o cuatro sesiones y de manos estoy bien», sonreía.

Los elogios cayeron de un lado y de otro. «Si hay algún especialista en esta modalidad ese es Iker. Ha ganado dos veces y ha perdido una final del Manomanista. Abre mucho hueco, es el que más pega y cuando está con confianza termina bien los tantos. Tiene 26 años todavía, con eso está todo dicho. Hay que pensar que nadie es invencible», dijo Jaka sobre Irribarria, consciente de que no es favorito pero sabiendo que en caso de que juegue a su nivel puede destronar a cualquiera. El delantero de Aspe hizo lo propio alabando a su rival. «Erik es un pelotari peligroso, es campeón del Manomanista y eso no es por casualidad. Es muy hábil en el juego de aire, con la volea se maneja, defiende bien y en seguida termina los tantos. Le tengo que desconectar para que el partido se le ponga cuesta arriba», lanzó el aramarra.

Antes de separar el material Irribarria metió tres pelotas consecutivas en el rebote. Desde el cuatro y con la derecha. Allí peloteaba Jaka tranquilamente mientras devolvía las pelotas a su rival. Agitaba la cabeza y arqueaba las cejas, consciente del trabajo que tendrá el lunes. «No he preparado nada especial, supe el lunes que jugaba contra Iker. No puedes estar preparando cosas diferentes sin saber contra quién vas a jugar. Aquí lo importante soy yo, me centro en lo mío», zanjó el lizartzarra, que buscará sacar bien y dominar el tanto desde ahí. Irribarria también observó desde la lejanía la rueda de saques que realizó su rival.

No hay precedentes entre ellos en individuales, aunque ambos saben cómo juega cada uno. Quien gane, continúa, quien pierde, se marcha a casa. «Estamos acostumbrados a jugar este tipo de partidos de 'kale edo bale'. No pienso más allá del lunes porque tengo un rival durísimo», apostillaba Irribarria.

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