Pelota - Manomanista Serie B

Iker Larrazabal busca un nuevo estatus

El navarro parte como favorito, por trayectoria y experiencia, pero Larrazabal alcanzó la gran cita pasando por encima de Salaberria, finalista en las dos últimas ediciones. «Estoy con muchas ganas, entrenando lo que se puede para no lesionarte. De manos y mentalmente voy bien y no estoy cambiando nada por ser la final», afirma un Larrazabal que en la semifinal sacó todo su repertorio. «Me salió un gran partido. Siendo sincero me lo esperaba más duro y largo, pero jugué bastante y en ese sentido me ha venido mejor para descansar». Todo lo contrario para Agirre. El pamplonés sufrió de lo lindo para derrotar a Egiguren V. Necesitó 420 pelotazos, una cifra muy elevada para tratarse de un partido individual.«Es un ejemplo claro de lo que me espera en la final», tiene claro el alavés.

Cuando te enfrentas a Agirre vas al frontón con la lección aprendida. Sabes que vas a sufrir. Sí o sí. No hay otra opción. Podrás ganar o perder, pero el de la Txantrea siempre está dispuesto a dar un pelotazo más. «Defensa tiene muchísima. Llega siempre a todas las pelotas y puede estar una o dos horas jugando a pelota sin cansarse. Sin duda que tengo que evitar ese escenario, ojalá falle alguna pelota y se ponga algo nervioso», desea el de Baiko.

Larrazabal, de 21 años y que se estrenó como profesional en octubre de 2020, es una de las bazas más prometedoras para el futuro de Baiko. La empresa confía en él hasta tal punto que fue sustituto de Urrutikoetxea en varios partidos del Parejas de 2023. El alavés prefiere ir poco a poco. «No pienso en jugar con los de arriba de momento, es una decisión de las empresas. Siempre viene bien ganar y si además lo haces demostrando nivel pues tendré más oportunidades de jugar partidos de primera. Cuando llegue, lo daré todo», verbalizó el alavés.

Que Larrazabal tiene cualidades y facilidad para terminar tantos es una obviedad desde que destacara en el campo aficionado, pero sus desconexiones le han privado de tener mejores resultados. «He mejorado bastante en ese sentido, creo que ahora estoy mejor en el frontón. Antes me cansaba muy rápido y a veces tiraba los tantos. Estoy fallando menos y aguanto más cada tanto porque la gente falla poco y es clave para ganar este tipo de partidos en los campeonatos», analiza Larrazabal, que tendrá el ambiente en contra puesto que Agirre juega en el jardín de su casa. «No se han organizado buses, pero habrá familia y amigos aunque la grada estará con Asier».

Un Agirre al que solo le falta la txapela del Manomanista de segunda categoría para conseguir el triplete. «Es un sueño y me motiva mucho, sería la guinda. Al final hay que trabajar mucho para mantenerse a buen nivel y llegar a las finales te reconforta como pelotari. Busco alicientes para estar motivado durante todas las semanas». Todavía quedan 200 entradas por vender.