Erik Jaka no se rinde de antemano frente el favorito Unai Laso

Erik Jaka y Unai Laso disputan esta tarde en el Labrit de Pamplona un encuentro clave para la suerte del grupo B del Manomanista de Primera (ETB1, 17.15 horas). Ambos se presentan con un punto en su casillero en busca de sellar el pase directo a semifinales o al menos de encarrilarlo de forma casi definitiva. Jaka lleva seis victorias consecutivas en la competición reina, cuatro en 2020 y dos en 2022. Laso, pelotari de moda, parte con el respaldo de la cátedra. Los corredores cantarán de salida momios cercanos al 100 a 60 a favor del delantero de Bizkarreta.

Ambos son delanteros, pero distintos. Jaka destaca por la amenaza de su remate. Combina la parada al txoko y el gancho. No es fácil adivinar qué va a hacer por su capacidad de adecuar la postura en el último instante. Sabe esconder el golpe. Ya guarda una txapela manomanista en casa y, ausente el año pasado por una pericarditis, ha vuelto a la competición reina con dos victorias: la primera contra Irribarria y la segunda ante Rezusta.

Aunque existe la tendencia de reducir sus posibilidades al acierto con el saque y a las consiguientes acciones de remate, aunque se subraya su capacidad para resolver a la mínima oportunidad, Jaka posee un abanico amplio de virtudes para esta modalidad. La volea con ambas manos fortalece su juego defensivo de aire. También sabe encontrar el sotamano con ambas manos para mantener atrás al contrario y provocar devoluciones apuradas que emplea para sentenciar. En su lista de damnificados figuran dos campeones: Altuna III en 2020 e Irribarria en 2022. Algo significan esos triunfos.

Sin embargo, la condición de favorito recae hoy sobre Laso. Por trayectoria, por momento de forma, por cualidades, porque en agosto se las tuvo tiesas con un gran Altuna III en Donostia. Ausente dos ediciones por quedarse fuera de la plantilla de Baiko, el de Bizkarreta ha regresado con fuerza a una disciplina que se le había resistido en sus tres primeras participaciones.

Busca con decisión el sotamano con las dos manos. Emplea la zurda de aire tanto para atacar como para defenderse. Sus desplazamientos sobre la cancha son veloces y le permiten llegar con tiempo suficiente para pasar de posible dominado a incontestable dominador. Demuestra convicción absoluta en su juego. Ahora mismo parece tocado por algún mago. El Labrit estará a buen seguro de su parte. Derrotar a Jaka significaría, además del punto, un espaldarazo de confianza.

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