Jokin Altuna no pudo ocultar su tristeza en sala de prensa. Fue, como siempre cuando cae, autocrítico y elegante. «Estoy con mucha pena, el deporte es así, por eso es tan bonito, vives los días amargos muy triste. Es un golpe muy grande, pero ... no me creo más que nadie, pierdo como todos los demás y esto es así. Ahora lo que quiero es irme a la ducha y a mi casa», declaró resignado.
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Fue justo perdedor. Lo dice él mismo. «Elordi ha jugado mucho más, viendo el juego mostrado por los dos el 18-22 es demasiado corto. Me ha costado empezar aunque en los primeros tantos me he visto bien. Luego sí que he notado que estaba incómodo, que no movía la pelota con la izquierda. Me costaba mucho hacer tanto y él, al revés. Me lo hacía fácil gracias a su buen juego. Ha llegado mucho mejor al tramo final y no he podido darle la vuelta al marcador», se lamentó.
Quiso «felicitar» a Elordi y destacar su figura. «Es muy merecido todo lo que le está pasando, en el deporte no hay casualidades. Estoy muy jodido, muy triste, pero por otro lado cuando pienso en él estoy feliz. Si hubiera perdido también hubiese sido una temporada increíble para él. Ha demostrado que es un gran campeón».
Jokin tuvo el brazo agarrotado. «No ha sido por presión, no siempre puedes tener buenas sensaciones y a lo largo del año tienes altibajos. No me entraba bien la pelota en la zurda y él todo lo contrario, iba adelante a rematar sin miedo. Aún y todo, con 14-18 creía que había opciones hasta el final. Pero con los regalos como la dejada y la falta de saque es imposible».
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