La pelota guipuzcoana tuvo que esperar 65 años para asistir a una final manomanista entre dos de sus representantes. Fue el pasado año, con Erik Jaka y Altuna III como protagonistas. Sin embargo, han bastado poco más de seis meses para que esta situación ... se repita. Y con un mismo pelotari en ambas, ya que el amezketarra Jokin Altuna volverá a luchar por la txapela tras derrotar este domingo en la semifinal del Bizkaia de Bilbao a la sensación del campeonato, el navarro José Javier Zabaleta. Altuna se enfrentará al alegiarra Iñaki Artola en la gran final el domingo 13 de junio en el recinto de Miribilla. Otro guipuzcoano, otro pelotari de Tolosaldea, sucederá en el palmarés del Manomanista al lizartzarra Erik Jaka.
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Zabaleta
8
-
22
Altuna III
Tiempo de juego: 45 minutos y 39 segundos.
Pelotazos a buena: 188.
Tantos de saque: Zabaleta, 3. Altuna, 9.
Faltas de saque: Zabaleta, 0. Altuna, 0.
Tantos en juego: Zabaleta, 4. Altuna, 11.
Tantos perdidos: Zabaleta, 2. Altuna, 1.
Marcador: 0-12, 3-12, 3-16, 4-16, 4-18, 8-18, y 8-22.
Tantos de diez o más pelotazos: 7 (uno obra de Zabaleta y seis de Altuna III).
Momios de salida: a la par con tendencia por Altuna III. 70-80 a 100 por abajo.
Botilleros: Fermín Escudero arropó a José Javier Zabaleta y Gorka Altuna, a su primo Jokin.
Incidencias: de nuevo a puerta cerrada en el Bizkaia de Bilbao, sede de cuatro partidos del Manomanista en curso a falta de la final del domingo 13 de junio.
La final solo tuvo un color, el azul, ya que Zabaleta no desarrolló su juego prácticamente en ninguna fase del partido, salvo algunos pocos destellos cuando contó con el saque. Altuna III mostró sus credenciales nada más empezar el encuentro. Le correspondió el primer saque y solo lo soltó cuando ya había abierto un hueco que se antojó insalvable. (0-12). El de Amezketa firmó doce tantos en una primera tacada (en solo doce minutos) en la que sacó de forma brillante.
Dejó patente que afrontaba el duelo con seguridad y confianza en sí mismo, con las ideas muy claras y chispa en su juego. De esos primeros doce tantos, siete fueron saques que Zabaleta no supo restar. Y esa es precisamente una de las mejores armas del navarro, quien reconoció que no logró entrar en el partido hasta el decimotercer tanto, que cayó de su lado tras un largo peloteo en el que se zafó de la presión que le ejerció Altuna. Fue precisamente tras hacerse con el saque cuando el de Etxarren ofreció uno de esos destellos de calidad con un saque al ancho que pilló desprevenido a su rival. Pero tampoco al sacar fue capaz de hacer daño el navarro y eso era lo que más temía el guipuzcoano, que se mostró satisfecho de su labor en el resto.
El de Amezketa tuvo el control del partido en todo momento e impidió que Zabaleta se sintiera cómodo. No apareció esa derecha rápida del navarro que tanto daño hace, probablemente porque Altuna supo moverle continuamente. Le hizo correr, tanto hacia atrás como de costado. Al entrar de aire de zurda soltaba el golpe y obligaba al rival a recular. Zabaleta nunca tuvo la pelota a placer en el 3 o en el 4. Siempre al paso del amezketarra, tenía que dar un paso atrás para responder. No le dejó jugar.
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En la segunda parte de la semifinal hubo más alternativas, pero la diferencia que mostraba el marcador estuvo presente en todo momento. Cuando Zabaleta tuvo el saque en sus manos, por fin entró al peloteo pero en la mayoría de los tantos largos también impuso su ley el delantero, un pelotari de garantía absoluta en los duelos individuales. Jugaron solo siete tantos de diez o más pelotazos y seis se los llevó Altuna.
En la cancha del Bizkaia quedó patente que Altuna juega a otra cosa. Que su nivel no se puede comparar con los otros rivales a los que se había enfrentado Zabaleta y, además, en los últimos encuentros está mostrándose aún más agresivo. No espera a que la pelota bote como hace un año o dos. En cuanto vislumbra una oportunidad va a por el sotamano. Y está gozando muchísimo con la derecha. Lo hizo contra Ezkurdia y también ayer.
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La del próximo día 13 será la octava final en campeonatos individuales para Altuna III. El de Amezketa ha estado presente en las últimas cinco del Campeonato del Cuatro y Medio, de las que ha ganado dos. Y la de este año será su tercera final del Manomanista tras la que venció ante Olaizola II en 2018 y la que perdió ante Jaka el pasado otoño. Por tanto, en sus últimas once competiciones individuales, tanto en toda la cancha como dentro de la jaula, el amezketarra ha alcanzado la final en ocho ocasiones.
En esta ocasión le espera en la final un amigo, el alegiarra Iñaki Artola. «Será una final muy especial, muy bonita para Tolosaldea», reconocía Altuna. «Pero yo solo quiero centrarme en lo mío». Ambos pelotaris ya se enfentraron en la final del Campeonato de Promoción del Cuatro y Medio en 2014, en el Atano III. Entonces se impuso Artola por 22-8. Todo ha cambiado mucho desde entonces. El tiempo no pasa en balde.
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Lo que sí está garantizado tras el resultado de ayer es que el Manomanista tendrá campeón guipuzcoano por cuarto año consecutivo, tras las victorias del propio Altuna III, Irribarria y Jaka. Y también que la txapela volverá a ser para un delantero, ya que ninguno de los zagueros que llegaron a semifinales ha logrado pasar.
El partido por el tercer puesto, entre Rezusta y Zabaleta, se disputará el próximo domingo en el Uranzu de Irun.
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