San Sebastián
Sábado, 21 de mayo 2022, 07:27
La final manomanista será el último partido de pelota que Julian Iparragirre (Arantza, 71 años) comente para Euskadi Irratia, con la que empezó a colaborar un ya lejano 5 de octubre de 2002, «el día del debut de Oinatz Bengoetxea», precisamente el pelotari que le ... sustituirá desde el próximo otoño. «Siempre que se va uno, llega otro mejor», apunta con humildad el exmanista aficionado afincado en Leitza desde hace 53 años.
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Orígenes. «En Arantza había frontón, pero nos faltaban pelotas porque no teníamos dinero para comprarlas. Jugábamos con macizas de goma porque las de cuero se nos rompían. Coincidí con Antxon Maiz, dos años más joven que yo. A los 18 me llamaron para trabajar en la papelera de Leitza, pueblo en el que me afinqué. Empecé a jugar de aficionado mientras hacía la mili en Pamplona. Zaguero, soy de la época de Rico, Elizalde, los Txoperena, Etxeberria... Con 32 años gané el Campeonato de Navarra junto a Arcelus I. Batimos en la final a Lujanbio y Etxegoin padre. Seguí hasta los 40».
Medios de comunicación. «Mi inicio en la radio es curioso. Antes de retirarme como pelotari empecé de monitor con el club Aurrera. Debutaba Oinatz Bengoetxea y llamaron al club desde Euskadi Irratia para que fuéramos al Labrit quienes le habíamos ayudado durante su formación. Acudimos Azpiroz y yo. Era la primera vez que hablaba con Iñaki Elorza 'Txapas', que había tenido de comentarista a Julian Retegi. Justo entonces, el de Eratsun había fichado por Tele 5 como recambio de Ogueta. Txapas me ofreció la plaza. '¡Cómo voy a empezar contigo', le contesté sorprendido. Probamos dos meses, y hasta hoy».
Anécdotas. «Muchas. Durante tres o cuatro semanas me tocó retransmitir en solitario la pelota. Acudí al Adarraga, donde Mikel Goñi y Peñagarikano jugaban mano a mano. Antes de entrar al frontón, el de Oronoz me dijo que llevaba siete días sin entrar a un bar. Estuvieron 13 iguales y ganó Mikel. Pero lo mejor fue la conversación con un periodista riojano, joven. 'Oye, vasco. ¿Por qué cambian de pelota si todas son blancas', me preguntó. Le tuve que explicar que todas no eran iguales, que había vivas y motelas».
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Un frontón. «Dos. El Labrit, donde entran mil personas y cuando está lleno parece que hay tres mil. Y el Astelena, la catedral, un frontón extraordinario. Tampoco me olvido del histórico Atano III, arrinconado los últimos años. Pido por favor que el Ayuntamiento de San Sebastián y las dos empresas se sienten en una mesa y encuentren una solución para ese recinto. Más aún teniendo en cuenta que en la actualidad hay dieciocho manistas guipuzcoanos en Baiko y Aspe. Me entristece que la pelota tenga tan poca presencia en Donostia, ciudad que no es menos que Iruña y Bilbao para la pelota. Todo lo contrario».
Un pelotari. «Imposible elegir uno. La derecha de Zabaleta, la zurda de Rezusta... He visto a Irujo, a Olaizola II, a Titín... Para mí, Altuna III ha demostrado capacidad para jugar a la altura de los grandes. Los Laso, Ezkurdia... están en ese camino. Los mejores de antes se acoplarían al juego de hoy. Y a la inversa. Estoy convencido».
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Un partido. «Elijo tres. La final del Cuatro y Medio que Retegi II ganó con 43 años a Titín III en el Ogueta por 22-21. Y dos finales manomanistas. La de 2008 entre dos leitzarras, Bengoetxea VI y Barriola, fue especial. Y la victoria de Xala sobre Olaizola II en 2011. Después del partido vi llorar de emoción a cien pelotazales de Iparralde. No exagero con el número. De las tres grandes competiciones prefiero el Manomanista. No hay nada como un buen mano a mano en toda la cancha».
Liguilla o eliminatorias. «Me gusta la liguilla porque da la oportunidad de ver mayor número de enfrentamientos entre los mejores pelotaris. Pero no con partidos semanales. Los participantes necesitan quince días entre jornada y jornada».
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La final Ezkurdia-Laso. «Espero un partido hermoso, abierto. Unai Laso saldrá favorito porque si hay alguien que ha sobresalido en esta edición, ese es Unai. Pero Joseba Ezkurdia hizo todo bien en su semifinal. Lo que más me gustó de su juego fue cómo cogió altura en el frontis desde el cuatro y el cinco, algo que le había faltado hasta ahora en la modalidad. No me atrevo a decir que el Navarra Arena beneficie al de Arbizu, pero sus dos victorias en aquel frontón contra Altuna III en finales del Cuatro y Medio le pueden ayudar psicológicamente. Del presente Manomanista me quedo con la exhibición de Laso frente a Jaka y con el 22-21 entre Ezkurdia y Zabaleta en el Labrit».
¿Tiene futuro la pelota? «Para mí, sí. Atraviesa un momento complicado, pero espero y confío en que vaya a mejor. En una reciente tertulia entre pelotazales, un amigo comentó que las empresas hacen lo que les da la gana. Yo diría que algunas veces sí y otras, en cambio, hacen lo que pueden. Me da que pensar que una semifinal del Manomanista entre Altuna III y Laso, atractiva cien por cien, reúna solo a 1.200 espectadores en el Bizkaia. No está fácil».
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Retirada. «Tengo que dar las gracias a Iñaki Elorza, con quien formé pareja 17 años. Y al resto de mis compañeros, maravillosos. También a todos los pelotaris con los que he compartido frontón estos veinte años, así como a los intendentes, por el trato recibido. Dejaré de ir solo a Bilbao, pero encontraré quien me acompañé a Iruña o a Eibar. Me seguirán viendo en el Labrit y en el Astelena».
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