Unai Laso sigue tocado por la varita mágica

Se quedó a medias el de Alegia. Su buen arranque prometía más y mejor batalla. Su pegada de derecha continúa intacta y desplegaba un estilo de juego similar al que le llevó tan lejos hace doce meses. Resistió el desafío hasta el 8-12. Su falta de remate y de ritmo al más alto nivel le pasaron factura a continuación.

Careció Artola de la solidez que ha adquirido Laso desde su regreso a Baiko y al campo profesional. Falló solo dos pelotas el de Bizkarreta, la segunda en el 10-19, con el encuentro vencido. Y las dos únicas veces que se vendió en el txoko terminaron con sendas estorbadas al rival. El de Bizkarreta se interpuso en la carrera hacia la pelota de un rival que llegaba con opciones de rebasarle. Los jueces decretaron vuelta la del 4-4. La segunda, con 7-11, acabó con un pelotazo de zurda de Artola que acabó en la chapa tras llegar desequilibrado.

Esa acción y, dos tantos después, un error de colocación de Artola con 8-12 en el momento de ponerse al bote de la pelota para atacar una escapada al resto de saque de Laso quebraron la resistencia y el ánimo del alegiarra. No volvió a ser el mismo.

Laso busca el sotamano a la primera oportunidad. Es un peligro cuando encuentra pelota en el ancho porque llega rápido y goza de derecha. La zurda de aire desde atrás le ayuda a aguantar las acometidas del contrario. Su sotamano de zurda del 0-2 fue de armas tomar, como el derechazo que mandó a botar al ocho y medio en el 5-10. Ha armado una estructura de juego que le permite competir con los mejores, como ya demostró frente a Altuna III en el Atano III el mes de agosto y ha confirmado contra Peña II y Artola.

Además, el subcampeón del Cuatro y Medio y del Parejas sigue tocado por la varita mágica. Avanzan las semanas, pasan los meses, y no le abandona. Como muestra, dos ganchos: uno del ancho al ancho sin apenas ángulo que significó el 10-20 y, a renglón seguido, otro desde lejos cruzado al milímetro en el 10-21.