Zabala desgarra a Ezkurdia en el Labrit (11-22)

El mensaje positivo de Javier Zabala tras la victoria contrasta con el semblante preocupado de Joseba Ezkurdia después de una derrota desgarradora. El riojano levanta la mirada: «Artola está haciendo un trabajo increíble, pero me veo bien y por qué no darle un susto la semana próxima. Vamos a por él». El de Arbizu combina la sensación de pelotari derrumbado con fuertes dosis de sinceridad: «Siento ya vergüenza si digo que me veo bien en los entrenamientos y juego luego de esta manera. Tengo que cambiar sí o sí».

Ezkurdia acababa de sucumbir 11-22 a manos de Zabala, quien resolvió con éxito y buena nota la primera de sus dos finales. El resultado de Azkoitia le obligaba a ganar en el Labrit. Cumplió el requisito con solvencia.

La clasificación no apretaba tanto al de Arbizu, aunque necesitaba también la victoria para llegar a la última jornada sin depender de lo que sucediera en otro frontón. Salió del frontón trasquilado, con las alarmas encendidas. Salvo milagro, o sea, un triunfo por 22-2 o con mayor diferencia sobre Elordi el domingo 5 de mayo en el Bizkaia de Bilbao acompañado de una derrota de Zabala frente a Artola la víspera en el Labrit, está en la calle.

No solo eso. Esta eliminación se une a año y medio de malos resultados y rendimiento muy inferior al que había acostumbrado al pelotazale. Tras proclamarse campeón del Cuatro y Medio por tercera vez en noviembre de 2022, ha encadenado un Parejas triste, un Manomanista con mejor puesto que juego, un verano sin brillo, una pobre defensa del título en la jaula y otro Parejas inquietante.

Con tiempo para prepararlo con mimo por su temprano adiós a la anterior competición oficial, Ezkurdia buscaba amparo en el Manomanista para levantar de nuevo el vuelo. No ha sido posible. Presa fácil de Artola el domingo anterior en el Astelena de Eibar, se repitió la historia frente a Zabala, quien encontró un filón en la pared izquierda, punto donde le clavó tres de sus cuatro tantos de saque y otros cuatro derechazos bien cruzados.

Ezkurdia cumple mañana 33 años, una buena edad para alguien que se ha cuidado y preparado con tanto esmero. Sin embargo, da la sensación de que han vuelto a su mente los viejos fantasmas que le agarrotaban en la primera parte de su carrera, hasta que rompió la cadena que le acompañó durante un tiempo, sobre todo en los grandes compromisos.

Careció de capacidad de respuesta. Falló más de la cuenta. Su volea no causó los estragos de sus mejores días. No devolvió aquellas pelotas a las que acostumbraba a llegar como un titán. Nada más verse cuatro o cinco tantos por detrás, bajó los brazos y la diferencia creció sin parar.

Javier Zabala es la otra cara de la moneda. Ha mejorado, su juego ha cogido empaque, su zurda pone lejos la pelota, sabe acabar el tanto y agradece semejante debilidad en el bando contrario. Ni siquiera le frenó un contratiempo en la mano derecha: «Se me ha dormido». Daba la impresión de tener afectado algún tendón. Juega dentro de dos semanas.

Dominar a Urrutikoetxea, apretar a Elordi hasta el final y ganar con autoridad a Ezkurdia, por muchas facilidades que le diera, confirman su condición de buen manomanista. Le falta dar otro paso. El sueño de colarse entre los cuatro mejores está más cerca.

Tiene en sus manos la clasificación para semifinales. Ahora bien, le espera el compromiso más complicado de la liguilla, un Iñaki Artola desencadenado que suma tres victorias consecutivas ante Peña II, Ezkurdia y el defensor de la txapela, Elordi.

La dificultad para el riojano será máxima en el atractivo duelo del sábado 4 de mayo en el Labrit. Superar a Artola, ya clasificado para semifinales, le colocaría en otra dimensión. Es lo que necesita para no depender de lo que haga Elordi contra un Ezkurdia deprimido.

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