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Da igual que no alcanzara el cartón 22, que terminara con solo un tanto hecho y que cediera pelota como para que un campeón como Jaka amoldara el partido hacia sus intereses. También que perdiera cinco tantos, en la mayoría de los casos por precipitación cuando tenía oportunidad de pegar. Importa poco. Aimar Morgaetxebarria solo debutará una vez como profesional y ese partido queda guardado en la retina para siempre.
El día fue redondo pese a la derrota gracias a que Amorebieta, su pueblo, se volcó para llenar el frontón. Un bombo, pancartas y aplausos en casi cada intervención animaron la sofocante tarde vizcaína. «Ha sido muy especial, un día increíble, el mejor de mi vida deportiva sin duda», declaró el debutante con una sonrisa de oreja a oreja.
Cuando juegas tu primer partido como profesional lo lógico es que se te encojan los brazos y que se te agarroten las piernas. No fue el caso. Morgaetxebarria se movió bien por la cancha y gozó con buenos derechazos. Tras un inicio solvente, cometió algún que otro error cuando los nervios invadieron su cuerpo. «Más allá de la derrota creo que he dado buen nivel, aunque he hecho algún fallo cuando he tenido pelota para gozar, creo que por el nerviosismo sobre todo en el segundo tramo del partido. Pero también he pegado buenos pelotazos y la verdad que hago una buena lectura del debut», apostilló el nuevo zaguero de Baiko.
Tras un inicio igualado, un entonado Jaka comenzó a estirar el marcador. El de Lizartza sacó a la cancha una pelota más viva que hizo sufrir a Morgaetxebarria. Es uno de los aspectos que más suelen destacar los debutantes. El salto en viveza de pelota de aficionados a profesionales es abismal. Jaka acertó con el saque y los restos del zornotzarra dejaron en bandeja varios remates sencillos para un campeón como Jaka. El electrónico marcaba 7-14. Fue el turno de Urrutikoetxea, que trató de quitar pelota al debutante para recortar las diferencias. «Quiero darle las gracias a Mikel, que esta mañana me ha escrito, ha estado encima de mí durante todo el partido y no ha parado de darme consejos».
Así, pese a los ánimos de una hinchada loca con su vecino, Jaka y un gran Elizegi –a muy buen nivel últimamente– hicieron que Morgaetxebarria perdiera en su debut. No pasaba nada. Imposible borrarle la sonrisa del rostro. El festejo nocturno, eso sí, con precaución. «Son fiestas en Amorebieta, pero soy un chico formal. Cenaré con los amigos para darles las gracias». A disfrutar.
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