Ovación a Oinatz Bengoetxea tras recibir los regalos en el último encuentro disputado en el frontón Labrit. JEsús CASO
El adiós de Oinatz Bengoetxea

Se cierra un círculo en medio de la fiesta

Bengoetxea VI, último estandarte de una hornada de pelotaris que cambiaron la historia moderna de la pelota, se retiró ayer en un Labrit a rebosar

Beñat Barreto

Pamplona

Sábado, 26 de febrero 2022

Las despedidas, normalmente, suelen ser dolorosas. Indican que algo se acaba. Que nada volverá a ser como antes. Pero hay veces que el amor, en este caso por la pelota, puede con todo. Este sábado se terminó de cerrar en el Labrit de Pamplona un círculo. Oinatz Bengoetxea disputó su último partido de mano profesional retirándose así el último estandarte de una hornada de pelotaris que cambiaron la historia de la pelota a comienzos del siglo XXI. Sin embargo, pese a que el pelotazale no volverá presenciar en directo a auténticas leyendas, la tarde de ayer no fue un funeral, sino una auténtica fiesta por todo lo alto.

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El Labrit se quedó pequeño. La cola de personas sin entrada se dirigían incluso en dirección a la Plaza del Castillo. Nadie se lo quería perder, pero solo 945 aficionados disfrutaron de un notable partido en medio de un ambiente ensordecedor. El fin de semana de carnaval también dio colorido al frontón navarro, aunque, sin duda, los cánticos animando a Bengoetxea VI se alargaron durante toda la tarde. El repertorio fue variado, aunque los decibelios subieron de lo lindo con cada uno de los diez tantos del leitzarra (dos de ellos de saque). Gustó y mucho el 9-6, que llevó consigo una reivindicación que se repetiría durante más fases del choque. Bengoetxea VI abrió una pelota al ancho con la zurda sin mirar, al más puro estilo Laudrup, para que el Labrit estallara de alegría. El casi millar de aficionados, en pie, cantaron al unísono «Baiko, entzun, Oinatz txapeldun!» mostrando su disconformidad con la promotora, que no renovó al navarro cuando el propio delantero todavía se veía con cuerda para rato.

Bengoetxea VI-Mariezkurrena

22

-

15

Jaka-Aranguren

  • Tiempo de juego: 51 minutos y 30 segundos.

  • Pelotazos a buena: 377.

  • Tantos de saque: Bengoetxea, 3. Jaka, 1.

  • Faltas de saque: Bengoetxea, 0. Jaka, 0.

  • Tantos en juego: Bengoetxea VI, 8. Mariezkurrena II, 2. Jaka, 4. Aranguren, 0.

  • Tantos perdidos: Bengoetxea VI, 3. Mariezkurrena II, 7. Jaka, 4. Aranguren, 5.

  • Marcador: 2-0, 2-4, 4-4, 4-6, 11-6, 11-10, 12-10, 12-12, 18-12, 18-15, 22-15.

  • Momios de salida: 100 a 70 a favor de Bengotxea VI y Mariezkurrena II. 50 a 100 por abajo.

  • Incidencias: Último partido profesional de Bengoetxea VI disputado en el Labrit de Pamplona, donde no cabía un alfiler.

Con el 12-10, en cambio, los cimientos del frontón pamplonés comenzaron a sufrir. «¡Que bote el Labrit!», se animó el respetable. No era para menos. Bengoetxea VI se tiró en plancha para hacer una parada preciosa en el txoko. «Qué artista», verbalizó Jon Ander Peña ubicado en la zona para la prensa. La fiesta continuó hasta el último saque de Oinatz, que tras más de mil partidos como profesional arrancó a dar pasitos cortos hacía el cuatro, como no queriendo que llegara el momento. Su último tanto como profesional será de saque después de que Aranguren no levantara el definitivo 22-15.

«Ha sido una bomba»

El posterior homenaje a Oinatz también fue emotivo. «Me lo llevaré en el corazón», dijo el protagonista, que recibió hasta once regalos distintos. Necesitó una furgoneta para llevárselo todo a Leitza. Participaron Karlos Arguiñano, su compañero Iñaki Iza, que le dedicó un aurresku, su primo Asier, que le recitó un bertso, mientras que también quisieron inmortalizar el momento un gran elenco de pelotaris de Baiko.

«Ha sido una fiesta increíble, una bomba. Esto es el Labrit, por eso lo quiero tanto. Quería que el final fuese aquí, aunque tengo que agradecer a todas las despedidas. Muchas gracias de corazón por hacerme tan feliz a todos los aficionados de Euskal Herria», consiguió decir emocionado. «En la cancha siempre lo he dado todo. Este último mes está siendo muy sentimental para mí. Voy a echar mucho de menos la pelota». Oinatz tiene programados más de 70 partidos hasta cerrar su carrera en la plaza de Leitza.

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