«El martes cambié el aceite al coche para empezar a ir a los frontones»

Los aficionados más fieles están en los tacos de salida. Como el zumarragarra Josean Aldama. «El miércoles ya reservé tres entradas para Amezketa y también tengo idea de ir el domingo al Atano III. No he estado en ningún festival desde la final del Masters entre Artola-Rezusta y Altuna III-Imaz del pasado mes de septiembre en Bilbao. La espera se ha hecho larga».

Aldama ha tomado alguna medida: «El martes cambié el aceite al coche para empezar a ir a los festivales. He visto todos los partidos de pelota que han dado en la tele estos meses, pero no es lo mismo que ir al frontón. Ni por el espectáculo en sí, ni por la vueltita. Lo echo en falta».

Hay tantas ganas que «estos días unos amigos me han pedido cinco entradas para el 7 de julio en el Labrit. Les he dicho que la función de ese día será a puerta cerrada. Estoy convencido de que el frontón de Amezketa estará a tope esta noche por el reconocimiento a Altuna III. Pero esto es una carrera de fondo. Veremos cómo respondemos los aficionados. Ya sabes, gente llama a gente».

El leitzarra Javier Iparragirre ve «hambre de frontón en la calle. Estaré el sábado en el Amazabal, aunque coincide con otros dos eventos en Leitza: un recorrido por el monte de dos chavales para recaudar dinero con el fin de ayudar a una niña con una enfermedad rara y la apuesta de aizkora y sega entre Zaldua y Gabirondo».

Insiste Iparragirre en que «con público en el frontón van a ganar hasta las retransmisiones televisivas. Ver aplaudir y ponerse en pie a los espectadores contagia al que está delante del televisor. Por otro lado, los zurdazos de aire de Altuna III en la final no son lo mismo por televisión que in situ».

El matrimonio de Aizarnazabal formado por Iñaki Peña y Arantxa Gurrutxaga también ha visto arrancada de cuajo su pasión por la pelota. «Íbamos a dos o tres festivales de aficionados a la semana, también en días laborables. Vino el confinamiento y el pasado verano ni siquiera fuimos al Torneo del Antiguo por miedo a quedarnos fuera debido a las restricciones de aforo. Es mucho tiempo, y tenemos ganas de volver».

«Nos quedamos en tierra de nadie», insiste la pareja. «De ir a Bergara, Zumarraga, Tolosa, Mallabia, Urretxu, Lezo, Zaldibar, Idiazabal, a Zumaia por el Dinastía Etxabe... a no salir apenas de casa. Adquieres otras costumbres. Lo que no hemos perdido es seguir a diario la cartelera de pelota. Eso es sagrado. Y tenemos ganas de volver a los frontones. Habrá que empezar un día de estos».

En el frontón Galarreta de Hernani echan de menos la presencia de la sanjuandarra Feli Gaztañaga, asidua del remonte. «No voy desde septiembre. Antes no me perdía ni un jueves ni un sábado. Aunque he visto los encuentros que han dado en ETB1 por las noches, nueves meses sin remonte se me han hecho cuesta arriba. Seguramente estaré este sábado en Galarreta».

Le han cambiado el horario de cuatro a seis de la tarde. «Hablé con José Mari Barrenetxea y me explicó que era para intentar atraer a gente joven. Son tres partidos en lugar de cuatro, porque de lo contrario acabaría demasiado tarde. Ellos verán. Lo que hace falta es que Galarreta esté abierto».