De ganar en Roland Garros y Wimbledon, a un futuro incierto

Lo cierto es que Muguruza no es la misma. Desgastada por la vorágine profesional, la tenista disfruta de la cotidianeidad alejada de la pista, sin fecha definida de regreso ni una decisión sobre su futuro. Ocupa el puesto 196 del ránking mundial.

A decir verdad, su carrera de está llena de altibajos. La mejor española de los últimos 20 años se ha caracterizado por ser una tenista de chispazos. Lo mismo gana un Grand Slam como Roland Garros (2016) o Wimbledon (2017) sentando cátedra, que pierde ante la 124 del mundo en la misma cita británica.

Tuvo un efímero paso por el número 1 mundial y ha logrado 10 títulos WTA, pero ahora está lejos, muy lejos, de lo que fue.

Desde septiembre, la jugadora nacida en Caracas (Venezuela) no ha superado el primer partido en ningún torneo. «Ahora me toca trabajar humildemente y pasar un poco desapercibida para tratar de escalar otra vez», sentenció la tenista tras sucumbir de nuevo en una primera ronda de Grand Slam en Australia.

Dos años después de su último éxito –en 2021 se coronó como maestra del circuito al ser la primera española en ganar el 'WTA Finals' ante las ocho mejores del mundo–, Muguruza, en la temporada en la que cumplirá 30 años, vive lejos de las pistas. Solo ella sabe si será capaz de salir de esta situación, que es sobre todo mental y que lleva pasándole factura desde inicios de 2022.

Cuando finalice el periodo de descanso Muguruza volverá pero debido a su situación en el ránking tendrá que pelear por estar en prácticamente en todos los grandes eventos y estará obligada a jugar fases previas para poder clasificarse.

En este proceso, la tenista ha rotdo con su entrenadora Conchita Martínez después de tres años y también ha anunciado que se casa el año que viene con Arthur Borges, un modelo y empresario de origen finlandés.

Mientras el interrogante se agranda y la hipótesis de un posible adiós a su deporte va cogiendo fuerza sin que ella disipe la duda. «Volveré, volveré...», insiste sin poner fecha de vuelta.