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Jorge Murcia
Miércoles, 23 de diciembre 2015, 17:27
Dentro de una economía hiperglobalizada, la competitividad es la auténtica piedra filosofal de la industria. Y la mejor manera de alcanzarla es, en opinión de algunas de las empresas vascas más representativas del sector, dando más pasos hacia la innovación. Alguna de ellas, no obstante, ven ligado su futuro más inmediato al comportamiento de materias primas como el petróleo o el acero.
Tubacex, líder mundial en la fabricación de tubos sin soldadura en acero inoxidable y altas aleaciones, finaliza el año "tremendamente afectados por la caída constante de los precios de las materias primas y, especialmente, del bajo precio del petróleo", en palabras de su consejero delegado, Jesús Esmorís. "No obstante, prevemos que en 2016 se reactiven algunos proyectos clave que han quedado paralizados en 2015. Esta reactivación nos permitiría recuperar cuota de mercado en determinados segmentos e impulsar un crecimiento sostenible en el medio-largo plazo", añade.
En su opinión, el principal reto de la economía vasca, y el del sector industrial al que pertenece la empresa de Amurrio es "fomentar su capacidad innovadora para ganar en competitividad. Hasta ahora nos hemos caracterizado por unos altos niveles de excelencia en nuestros procesos productivos. Es necesario dar un salto cualitativo en valor, con el desarrollo de productos innovadores que nos permitan estar a la vanguardia en el ámbito de las soluciones tubulares a nivel mundial".
¿Qué le pide Tubacex al 2016?¿Y qué teme? Un deseo para 2016?¿Y un temor? "Que se dé una mejora del entorno macroeconómico que nos permita poner en valor los avances impulsados desde la compañía en ámbito de la innovación. Mi temor es que ese deseo no se cumpla", asegura Esmorís.
La competencia china
ArcelorMittal -propietaria de las acerías de Sestao, Zumarraga y Olaberria y responsable de la mitad de la producción de este material en Euskadi- afronta el próximo año "con varias incertidumbres que ensombrecen su futuro: por un lado, la actual crisis de mercado que sufre Europa por la invasión de productos procedentes de China a precios por debajo de los costes de producción". Una situación que, en palabras del presidente de la compañía en España, Gonzalo Urquijo, "exige la intervención urgente de las autoridades europeas para tomar medidas de defensa comercial que permitan la supervivencia de la actividad productiva en Europa y la protección de miles de puestos de trabajo en el continente".
"El actual escenario sería aún más dramático con la hipotética concesión a China del estatus de economía de mercado, cuestión sobre la que deberán pronunciarse los organismos europeos el año próximo como preparación de la reunión de la Organización Mundial del Comercio de finales de 2016 en la que se abordará este asunto", remacha Urquijo. A su juicio, "una decisión favorable a la concesión de dicho estatus podría suponer la pérdida de miles de puestos de trabajo en Europa, como han señalado varios autores".
Hay un problema añadido que preocupa "igualmente de modo especial" a los productores de acero en Europa: "las metas fijadas por la Unión Europea con horizonte 2030 en relación con la reducción de emisiones de dióxido de carbono pueden poner en serio riesgo la viabilidad de la producción de acero en nuestro continente". El presidente de ArcelorMittal España opina que las emisiones de dióxido de carbono y el cambio climático "son un problema de ámbito mundial para el que debe de diseñarse una solución global. Para avanzar hacia una economía y una sociedad con menores niveles de emisiones se requiere un acuerdo en el que se establezca un marco que permita, tanto a la siderurgia como a otras industrias, competir en igualdad de condiciones a escala mundial".
El crecimiento de Gestamp
Gestamp -grupo internacional dedicado al diseño, desarrollo y fabricación de componentes metálicos para el automóvil-, tiene una perspectiva "positiva" del año que viene. "Seguiremos creciendo, al igual que lo hará el sector del automóvil. Ese crecimiento vendrá de Asia y Estados Unidos, consolidando la tendencia que hemos visto en los últimos años", aseguran en la compañía con sede en Abadiño (Bizkaia). "En este sentido, la innovación y la formación seguirán siendo claves para mantener la competitividad. En Gestamp seguiremos apostando tanto por la innovación como por la formación en la idea de que son dos caras de la misma moneda y no pueden ir separadas. Nuestra apuesta por la innovación se plasma, por ejemplo, en Gestamp Technology Institute (GTI), que situado en Amorebieta (Bizkaia) quiere ser un centro de referencia para la formación especializada en el sector de la automoción", añaden.
Gestamp también cita la "competitividad" como uno de los grandes desafíos de la economía vasca, y de la industria en general. "Para ello el control de costes no es suficiente, sino que hay que apostar por la flexibilidad, la innovación y la creación de valor, más si cabe en un mundo globalizado como en el que vivimos".
El fabricante de componentes de automoción le pide al 2016 "trabajar juntos y unidos para afrontar el que es el principal reto de nuestra economía, el desempleo juvenil, así como conseguir retener el talento en España". Y su principal inquietud "pasa por saber si se mantendrá la estabilidad política, necesaria para que el sector industrial, que requiere de una visión a medio plazo, no deje de estar en el foco. Sin duda, la industria es un pilar esencial para la economía, pero la industria necesita estabilidad en todos los ámbitos, también el político".
Desarrollo tecnológico
ITP, fabricante de motores aeronáuticos, espera "continuar con la trayectoria de crecimiento positivo que ha mantenido en los últimos ejercicios -crecimiento de 8% anual de media-, en un año además en el que la compañía comienza un nuevo Plan Estratégico para el periodo 2016-2020", indica su consejero delegado, Ignacio Mataix.
El reto al que se enfrenta la industria aeronáutica es, para la empresa participada por Sener y Rolls Royce, "el desarrollo tecnológico, algo especialmente relevante en el caso de las compañías fabricantes de motores de aviones como ITP". "Nos enfrentamos a una triple exigencia que nos obliga a innovar de forma continua con el objetivo de desarrollar motores más seguros, más respetuosos con el medio ambiente y que, además, permitan una reducción del consumo de combustible de los aviones. Actualmente, estamos trabajando en tres generaciones de motores diferentes, incluyendo la de los aviones que volarán a partir de 2025", dice Mataix.
El desafío conjunto de las empresas vascas radica, según el primer ejecutivo de ITP, en "la internacionalización, la competitividad y la dimensión, ya que los mercados en los que operamos son ya plenamente globales. Ante este escenario, el camino del éxito pasa necesariamente por ser cada vez más competitivos y por hacer de la innovación una exigencia permanente".
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