Un agente bursátil da órdenes en el parqué neoyorquino.

Bolsas: que no cunda el pánico

Pese a la volatilidad causada por el parón del crecimiento chino y el desplome del petróleo, los analistas creen que es buen momento para tomar posiciones en la renta variable a medio-largo plazo

Jorge Murcia

Jueves, 21 de enero 2016, 13:11

Corren tiempos inciertos para las Bolsas, que han comenzado el año de la peor manera posible. Pese a que en las dos úlitmas jornadas bursátiles el IBEX-35 recuperó posiciones, lo cierto es que hasta el jueves acumulaba un derrumbe que no se producía desde aquellos tiempos oscuros, no tan lejanos, de mayo de 2012, cuando España llamaba a las puertas del rescate financiero. Además el selectivo español, que hace bien poco se movía en el cómodo entorno de los 9.000 puntos, perdío durante un día el suelo de los 8.300, lo que no ocurría desde julio de 2013. Las palabras de Mario Draghi en las que parecía anticipar una nueva ronda de estímulos para mantener firmes las constantes vitales de la economía europea y el ligero repunte en el precio del petróleo concedieron a los parqués occidentales un respiro. Al menos, de momento.

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Pero, ¿dónde está el punto de inflexión definitivo la racha bajista que vive la Bolsa? Los analistas consultados advierten de que nadie tiene la bola mágica para predecir el futuro, más que nada porque en el mundo de la renta variable no hay ninguna. Pero recomiendan no entrar en pánico, sobre todo en el caso de aquellos inversores con posiciones a medio-largo plazo. Es más, creen que es un buen momento para este perfil de ahorradores, cada vez más numerosos, que huyen del erial en que se ha convertido la renta fija.

«Y es que en algún momento el petróleo tiene que remontar», explica Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG. En su opinión, el gran culpable («hasta en un 70%, diría yo») del hundimiento de las Bolsas en las últimas semanas es el crudo. «Hoy en día tiene una dependencia absoluta del petróleo. Desde el 4 de diciembre, día de la última reunión de la OPEP, la cotización del crudo ha caído un 35%. Y eso le está costando una fortuna a las Bolsas occidentales, que por cada punto que cae el petróleo, se dejan entre un 0,3 y un 0,5%», argumenta.

Pingarrón tacha de «absurda» esa correlación entre el precio del oro negro y la evolución de la renta variable. «Y es que no hay motivos para ello. Porque, salvo para las compañías relacionadas con el sector, para Europa en general y España en particular, es bueno que el petróleo esté en estos niveles. Pero es una moda, un axioma que se da por hecho. No caben análisis racionales», sentencia. Por eso, cree que el suelo de las Bolsas está en el mismo lugar que el del petróleo. «Y no hay ninguna pista de lo que pueda pasar, pero en algún momento resurgirá», opina este experto, que también apunta a otras causas para explicar el comportamiento de las Bolsas, «relacionadas con los nuevos miedos de la economía mundial. Por ejemplo, China. También influye, pero es secundario».

El motor chino desacelera

No lo es tanto para Felipe López-Gálvez, analista de SelfBank.«Lo achacamos más a las consecuencias que tiene la ralentización de China. Además de a las materias primas, afecta al mundo en su conjunto», expone, ya que «China es el principal motor de crecimiento del planeta y la que ha tirado del carro en los peores momentos de la crisis financiera de 2008». Por eso, cree que la volatilidad reinará «hasta que el mercado se haga una idea más exacta de las consecuencias del aterrizaje de la economía china».

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«Y el mercado -añade López-Gálvez- es muy sensible a cualquier noticia proveniente de China. La preocupación se retroalimenta y el miedo es muy contagioso». Y es que las caídas en los índices de las principales Bolsas occidentales «se están debiendo más a reacciones y comportamientos psicológicos que a factores de análisis fundamental de la situación». A todo ello habría que añadir que los bancos centrales «no parece que tengan clara su hoja de ruta» y otros factores «que están en segundo plano pero que podrían saltar al disparadero en cualquier momento: cumplimiento del rescate griego, Brexit, conflictos en Oriente Próximo, Cataluña». Por eso, el analista de SelfBank ve «más que probable que tengamos un 2016 muy convulso».

Alberto Morillo, analista de Consulnor, reconoce que «en el corto plazo» la depreciación del petróleo está detrás del mal momento actual de la Bolsa. Pero advierte de que la tendencia bajista de los parqués occidentales se remonta más allá del hundimiento del precio del crudo y hay que situarlo en «la crisis de los países emergentes, con China a la cabeza». «La economía china se está enfrentando a un ajuste interno. Quieren cambiar su modelo de crecimiento, basado en las manufacturas, a otro que se apoya más en el consumo. Y en ese proceso, su crecimiento económico se ha ralentizado», expone.

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"No prevemos deflación"

Sin embargo, no ve un entorno macroeconómico mundial que explique por sí solo el derrumbe bursátil. «No prevemos problemas de deflación, porque pese al exceso de oferta, la demanda sigue estando ahí. Y tampoco hay que olvidar que los bancos centrales están preparados para hacer cualquier cosa que impida ese escenario de deflación», considera.

«Teniendo en consideración los actuales índices en los que se está moviendo la Bolsa, nuestros análisis de sensibilidad muestran un escenario catastrofista. Pero para justificar esta situación las estimaciones de beneficios de las empresas se tienen que revisar muy, muy a la baja», advierte. Morillo constata que la mayoría de los inversores «son pesimistas. Y cuando todo el mundo se encuentra en esa dinámica, estamos más cerca del rebote», apunta, «aunque eso no quita que haya factores de corto plazo por los que estamos ahí abajo. Por ejemplo, el petróleo».

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Por todo ello, el experto de Consulnor ve «una clara oportunidad para comprar en el medio y largo plazo». Opinión que comparte López-Gálvez. «Los inversores que entraron en bolsa con una visión a largo plazo no deben entrar en pánico y deberían aguantar el chaparrón. Nadie tiene la bolsa de cristal. Pero si tienen una cartera relativamente diversificada, probablemente vean cómo su cartera se recupera con el tiempo», cree. Y para inversores «con un horizonte temporal amplio y un perfil proclive al riesgo, no es una osadía empezar a tomar posiciones en bolsa ahora que han bajado tanto las valoraciones».

Una opción puede ser, a su juicio, «apostar por compañías pertenecientes a sectores defensivos y menos volátiles que la media del mercado. De esta manera, si el mercado sigue cayendo, nuestra cartera sufrirá menos». Y si además se quiere obtener «una buena rentabilidad por dividendo, algunas sugerencias pueden ser Endesa, Abertis, Gas Natural o Mapfre».

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