![Qué hacer con las acciones de Gamesa](https://s3.ppllstatics.com/diariovasco/www/pre2017/multimedia/RC/201602/05/on-extra/media/cortadas/realiaefe_xoptimizadax--575x323.jpg)
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maría gómez silva
Viernes, 5 de febrero 2016, 16:59
Los títulos de Gamesa y los de Realia se han disparado en Bolsa ante el interés de la multinacional Siemens por la primera y la OPA de Carlos Slim sobre la segunda. En este contexto, ¿qué debe hacer el inversor que tenga acciones? y, si ... no las tiene, ¿aún es momento de comprar? En el caso del fabricante vasco de aerogeneradores, hay divergencia de opiniones. Muchos expertos apuntan que cotiza en su precio objetivo tras el rally que siguió a la noticia (el viernes cerró a 16,84 euros), por lo que no sería mala idea «hacer plusvalías y que el último duro lo gane otro», como apunta Miguel Sánchez, analista de Mirabaud Securities en España. Sánchez compara la operación con la fusión entre Acciona Windpower y Nordex, que se hizo a un ratio de 8,7 veces/ebitda, por lo que «todo lo que sea vender alrededor de 9veces/ebitda, es razonable».
En ese sentido, si Siemens pagara 17 euros por acción (en niveles similares a los actuales) implicaría un ratio de 9,5 veces/ebitda. Asimismo, ese precio supondría una razonable prima de en torno al 20 por ciento respecto al cierre del día anterior a la noticia. Sánchez también argumenta que el acercamiento entre Siemens y Gamesa para fusionar su negocio eólico podría cristalizarse mediante algún tipo de acuerdo distinto a una OPA, que eximiese a Siemens de ofertar la compra de acciones a un precio determinado, con una prima de control. O incluso que la operación fracase. Por este motivo, Sánchez desaconseja la entrada en el valor a los inversores que no tengan Gamesa en cartera: «Entrar ahora lo veo un poco justo. El riesgo es que no haya operación y se vuelva a niveles de 15-16 euros. Aunque depende delo que se quiera arriesgar. Si uno piensa que Siemens va a ofrecer 25 euros puede quedarse, pero es una previsión que no se sujeta mucho», dice.
Lo mismo opina Álvaro Navarro, de Intermoney, quien cree que Gamesa está cerca de estar bien valorada por el mercado. «Estamos en niveles que son de mantener si alguien piensa que puede haber una oferta más agresiva o una dinámica de contraofertas por parte de otras empresas (Macquarie prevé una contra opa de Vestas, por ejemplo) pero yo prefiero no esperar porque el recorrido que tiene ateniendo a los fundamentales ya lo tiene hecho».
En cambio, hay quien apuesta por esperar, como Natalia Aguirre, de Renta 4. «Está por encima de nuestro precio objetivo pero, en caso de que haya un movimiento de concentración, la compañía tendrá acceso a mayor cuota de mercado y se podrían subir los precios. Además, si la compran, el comprador deberá pagar más. El que la tenga, que la mantenga y espere a ver en qué se concretan las conversaciones», dice. Pilar Aranda, de Bankinter, va incluso más allá y recomienda comprarla al que no la tenga, con un precio objetivo de 18,8 euros, «no sólo por la operación corporativa, que ayuda, sino por otra serie de factores, como la fortaleza de su balance, su presencia en mercados estratégicos como India y su capacidad de crecimiento sostenible de los BPA».
Una cuestión de riesgo
Al final, es una cuestión de asunción de riesgos. La rentabilidad puede ser golosa si se cristaliza la OPA, o esfumarse si acaba en agua de borrajas. Para matizar ese riesgo, Nicolás López, de MG valores, propone poner un límite a las pérdidas mediante un stop y, mientras tanto, esperar a ver si se confirma la OPA. En cuanto a Realia, López explica que se trata de una situación distinta. «Realia ya está por encima del precio de la OPA. El que ya tenga un beneficio y no quiera estar a largo plazo, que venda porque no va a conseguir un precio mejor en la OPA», opina. Cosa distinta es que el inversor confíe en la empresa más a largo plazo, independientemente del potencial añadido que pudiera aportarle la operación corporativa. «Es una inversión interesante. Tener algo de exposición al sector inmobiliario es bueno en este momento, porque estamos en un mínimo cíclico y es razonable pensar que lo peor ha pasado. Además, es un negocio defensivo que te aporta una rentabilidad por los alquileres».
Pero más allá de estas cuestiones, cabría preguntarse si la coincidencia en el tiempo de estas dos operaciones no estará anticipando una oleada de fusiones y adquisiciones, ante los bajos precios a que cotizan muchas empresas. Y, sobre todo, si sería posible adoptar una estrategia de inversión para aprovechar estos movimientos corporativos. Jesús de Blas, de Crédit Agricole Mercagentes, coincide con la mayoría de analistas en señalar que la situación de incertidumbre actual no propicia este tipo de operaciones, ni tan siquiera protagonizadas por firmas de capital riesgo.
No obstante, hay otros analistas como Natalia Aguirre que creen que podría repetirse la situación del año pasado, cuando se registró un incremento de los movimientos corporativos del 40 por ciento a nivel global, con el segundo mayor importe total desde 2007, según Citi. Para que sucediera esta oleada de operaciones, las empresas deberían tener «razonables expectativas de futuro, múltiplos atractivos y buenas condiciones de financiación», requisitos que se cumplen según Aguirre. No obstante, descarta elaborar estrategias basadas únicamente en este potencial, pues se «corre el riesgo de quedarse en un valor esperando la OPA durante años, con el coste de oportunidad de no invertir en un valor más interesante».
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