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Alexis Algaba
Miércoles, 26 de octubre 2016, 08:39
Así como se decía que con los impuestos que pagaba la planta de Corrugados Azpeitia el Ayuntamiento podía abonar la iluminación local durante todo el año, el consistorio de Zumarraga ya ha cuantificado el agujero que va a dejar en sus ingresos el cierre de la factoría de Arcelor. «De manera directa hablamos de 900.000 euros que no recaudaremos para el presupuesto, a los que debemos sumar otra cuantía indirecta sobre el cierre o el cese de actividad de otras compañías, lo que hace que la cifra total se sitúe en torno al millón o a los 1.200.000 euros», confesó ayer a DV el alcalde de la localidad, Mikel Serrano. El consistorio celebró ayer por la tarde un pleno para aprobar las ordenanzas fiscales de cara al próximo año, con «incrementos derivados del no consumo de Arcelor».
El Ayuntamiento ha tratado de que los vecinos sientan «la menor repercusión posible» en sus bolsillos por el cierre de la factoría de la multinacional angloindia, por lo que el consistorio también está apelando a otras vías para subsanar ese vacío recaudatorio y que los presupuestos del próximo ejercicio no queden condicionados por esta evidente reducción. Y es que según calcula el propio Serrano, el 'efecto Arcelor' condicionaría entre el 8% y el 10% del presupuesto, en unas cuentas que rondan los 13,5 millones anuales.
En este sentido, el alcalde de la localidad de la comarca de Alto Urola espera encontrar en instituciones superiores un apoyo para afrontar el próximo ejercicio sin tener que aplazar ninguna inversión prevista. «No vamos a tener margen de inversión para 2017, por lo que apelamos tanto al Gobierno Vasco como a la Diputación de Gipuzkoa para que nos ayuden a poder acometerlas», añade Serrano.
Avance en las recolocaciones
Mientras tanto, el comité de empresa y los representantes de la firma se volvieron a reunir ayer en la sede del Preco de San Sebastián para serguir negociando una mejora en las condiciones de los 85 trabajadores que se acogieron a las recolocaciones que ofreció la multinacional en sus plantas de Asturias. Según confirmó la propia compañía, ayer se trasladó al comité una oferta con mejores condiciones para estos trabajadores y será trasladada este viernes por el comité a los propios operarios en una nueva asamblea que se celebrará en Zumarraga.
En el nuevo planteamiento, la empresa apunta que se ha añadido una nueva compensación de 10.000 euros a los trabajadores que deban desplazarse más de 50 kilómetros para ir a trabajar a sus nuevos puestos pero que no requieran cambiar su domicilio habitual. La propuesta inicial del plan social incluía una compensación de 25.000 para aquellos trabajadores que tuvieran que cambiar su lugar de residencia. De esta forma, la nueva compensación sería aplicable a la mayoría de trabajadores, ya que apenas son una docena los que inicialmente se trasladarán con sus familias a Asturias.
Además, y en lo que a la diferencia salarial se refiere, la empresa planteó en un principio una primera oferta que pasaba por abonar una indemnización equivalente al despido improcedente tomando como base salarial el importe de la pérdida que suponga el traslado. Ahora, aunque sigue manteniendo esa propuesta, también ha puesto sobre la mesa la opción de una garantía salarial que durase dos años. Esto es, que durante 24 meses, los trabajadores reubicados tendrán unos salarios equivalentes a los que tenían en Zumarraga.
Y para concluir, la multinacional ha incluído otra serie de mejoras en lo que a la renuncia de dichas recolocaciones se refiere. Los trabajadores tendrán la opción de renunciar al puesto a los seis meses de ser reubicados y recibirán una indemnización máxima de 30 días por año trabajado con un tope de 12 mensualidades -en un principio la oferta era de 20 días por año con un límite de 12 mensualidades-.
¿Reubicaciones en Euskadi?
Y aunque no ha aparecido de una forma del todo realista sobre la mesa, vuelve a tomar fuerza la posibilidad de que algunos de los 85 trabajadores que se acogieron a los traslados pueda quedarse en alguna planta de la multinacional en Euskadi o Navarra. De hecho, según pudo confirmar DV, alrededor de media docena de ellos fueron llamados en septiembre por la empresa para cubrir vacantes en la planta de Arcelor en Bergara. «Caso por caso sí que puede surgir la posibilidad de que se puedan quedar aquí», sostienen desde la compañía, pero apuntan que serán casos «puntuales».
Por su parte, ninguno de los trabajadores que ya se han trasladado a vivir a Asturias ha recibido todavía la asignación de su puesto de destino por parte de la empresa.
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