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Andrés Arizkorreta recibió ayer el premio 'Euskadi avanza' a la empresa del año en un acto celebrado en el Guggenheim bilbaíno. MANU CECILIO
Alstom compra el negocio de trenes de Bombardier, que tiene una planta en Bizkaia

Alstom compra el negocio de trenes de Bombardier, que tiene una planta en Bizkaia

El pacto se cierra en unos 6.000 millones de euros en metálico, pero la matriz canadiense se hará con el 18% del capital de la francesa

Martes, 18 de febrero 2020, 08:37

El mundo ferroviario vive una transformación, la globalización de los mercados está configurando una liga de grandes conglomerados industriales, en los que China parecía estar tomando la delantera en solitario, especialmente de la mano del grupo CRRC, mientras que Occidente parecía estar perdiendo el tren. La reacción ha provenido de la multinacional francesa Alstom que ya intentó hace un par de año fusionarse con la alemana Siemens, operación que truncó la Comisión Europea hace ahora exactamente un año al estimar que disctorsionaba la competencia en Europa en materia de señalización y trenes de alta velocidad.

Tras este revés, Alstom no se ha quedado quieta y en esta ocasión ha aprovechado la debilidad que atravesaba la multinacional canadiense Bombardier - que en 2019 tuvo unas pérdidas de 1.607 millones de dólares (1.482 millones de euros) y arrastra un fuerte endeudamiento- para adqurir su negocio ferroviario (Bombardier Transportation) en un acuerdo valorado entre 5.800 y 6.200 millones de euros.

Con esta adquisición Alstom configura un nuevo grupo con una facturación de 15.500 millones, una cartera de pedidos de alrededor de 75.000 millones de euros y una plantilla global de unas 76.000 personas.

La besaindarra CAF destaca la fortaleza de sus accionistas ante posibles operaciones corporativas

COMPETIDORES

La multinacional francesa abonará el precio en efectivo. El banco canadiense CDPQ (Caisse de dépôt et placement du Québec), principal acreedor de Bombardier, destinará unos 2.700 millones de euros para adquirir el 18% del capital de Alstom y se convertirá así en su primer accionista individual. A cambio, Alstom se compromete a incrementar su presencia en la región de Québec, ubicando la sede de Alstom America Montréal, desde donde se dirigirán las operaciones y la expansión en el continente. Asimismo, la compañía creará en la región un centro de excelencia para diseño e ingeniería con el objetivo de crear soluciones de movilidad sostenible.

La vertiente española de la operación tiene implicaciones para unas 2.800 personas. La multinacional francesa da empleo a unas 2.000 personas, tiene su factoría principal en Barcelona, además de varios centros de I+D, mantenimiento y señalización, aunque ninguno de ellos en el País Vasco (donde si estuvo hasta 2015 en que vendió su planta de componentes eléctricos de Ortuella a General Electric, multinacional americana que después la cerró, pero que ha encontrado una segunda oportundidad de la mano de Ingeteam).

Por su parte Bombardier cuenta en España con una plantilla de unas 800 personas y su principal fábrica está en Trapagaran, en la que trabajan más de 180 personas y que tiene un volumen de negocio anual que ronda los 120 millones de euros.

Rival de CAF

Pero hay otra vertiente vasca en este cambio del mercado de la mano de la compañía beasaindarra CAF que ha de competir en el mismo mercado con Alstom o Bombardier, así como con los nuevos gigantes asiáticos. En este contexto el presidente de CAF, Andrés Arizkorreta, que ayer recibió en Bilbao el galardón de Empresa del Año, en los premios 'Euskadi Avaza', organizados por El Correo y Banco Sabadell , destacó como CAF ha duplicado su tamaño en cinco años, hasta facturar 2.600 millones gracias a su apuesta tecnológica y a la estabilidad de su accionariado.

El mayor accionista de control de CAF son sus trabajadores (con el 25%), seguido de Kutxabank (14%) y también cuenta con el Gobierno Vasco (1,2%). A pesar de que el peso del Ejecutivo es minoritaria, el presidente de CAF indicó que si en el futuro la compañía «emprende proyectos estratégicos, tener accionistas con fondos no viene nada mal».

Se da la paradoja de que el constructor guipuzcoano logró en septiembre del año pasado arrebatar a Alstom, en su propio país, un pedido de la empresa pública SNCF de 28 trenes regionales de última generación por un importe de 700 millones de euros.

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