Secciones
Servicios
Destacamos
Teléfonos móviles que apenas duran dos años, televisiones y ordenadores que también se hacen viejos en un suspiro, víctimas de la vertiginosa evolución tecnológica o la obsolescencia programada, ropa 'low-cost' que va del armario a la basura en menos de lo que tarda la ... firma textil de turno en renovar sus estantes... El modelo de producción y consumo que rige el capitalismo moderno -'tomar, hacer y desechar'- parece todo menos sostenible, sobre todo teniendo en cuenta las proyecciones estadísticas de población mundial, según las cuales en 2030 seremos 9.000 millones, frente a los 7.000 actuales.
Por eso las instituciones públicas, organizaciones medioambientales y el mundo empresarial comienzan a tomar conciencia de la necesidad de apostar por la economía circular. Un modelo económico de producción y consumo que desde hace ya décadas -el concepto no es de ahora- propone que los productos, materiales y recursos se mantengan en la economía el mayor tiempo posible.
«Las empresas se están dando cuenta de que volver a usar y compartir recursos tiene también sentido desde el punto de vista económico. Según McKinsey, si la economía circular se aplicara solamente al sector de manufactura se ahorrarían unos 625.000 millones de euros y se crearían decenas de miles de puestos de trabajo», expone Iñaki Ortega, economista y director de Deusto Business School en Madrid.
La institución académica es una de las organizaciones que colaboran con Ecoembes, empresa sin ánimo de lucro que se ha convertido en una referencia europea a partir de su sistema integral de reciclado de envases basado en la colaboración público-privada. Fruto de ese entendimiento el pasado verano nació 'The Circular Lab' primer laboratorio europeo de economía circular, ubicado en Logroño y promovido por la Comisión Europea.
'Una Europa que utilice eficazmente los recursos' es también una de las siete iniciativas emblemáticas que forman parte de la estrategia Europa 2020, que pretende generar un crecimiento inteligente, sostenible e integrador. En España ese compromiso ha quedado plasmado en la 'Declaración por una Economía Circular 2018-2020', liderada por los ministerios de Agricultura y Economía e Industria, y en la que participan diversos agentes económicos y sociales. Uno de los últimos en adherirse ha sido Anfac, la influyente patronal de fabricantes de vehículos.
En Euskadi el liderazgo institucional, al menos en el ámbito global de la comunidad autónoma, lo ostenta Innobasque -la Agencia Vasca de Innovación- por medio de Circular Basque, que se autodefine como «una red de organizaciones comprometidas en promover e implantar la economía circular» en el territorio.
«Fue hace cuatro o cinco años cuando empezamos a oír hablar de ello, y vimos que era un modelo aplicable a Euskadi, porque lo que a otros, en diferentes puntos del mundo, les llevaba a la economía circular, eran también nuestros problemas: desde el punto de vista económico, de la escasez de recursos, de los precios cada vez más volátiles, de las materias primas, que vienen de zonas inestables geopolíticamente..», dice Lola Elejalde, directora de prospectiva y estrategia de Innobasque. Circular Basque impulsa actualmente 36 iniciativas, lideradas por diferentes empresas y organizaciones públicas, muchas veces en estrecha colaboración entre ellas.
Una de ellas consiste en la puesta en marcha de una plataforma web de reutilización de motores eléctricos. Es una idea de Motorlan, una de las unidades de negocio que conforman Fagor Automation. «Básicamente se trata de una especie de eBay, pero de motores eléctricos», resume Mikel Serrano, del departamento técnico-comercial de Motorlan. Es una especie de 'marketplace' en el que cualquiera, de una forma gratuita, puede comprar, vender o alquilar motores eléctricos usados. «Nos dimos cuenta que en muchas empresas se retiraban motores que todavía eran válidos para el uso. Se trata de motores que, de otra forma, irían a la chatarra. Desde la perspectiva de la economía circular, se trata de reutilizar un residuo. Y son motores que se pueden volver a usar porque utilizan una tecnología que apenas ha cambiado en los últimos 30 o 40 años», dice Serrano. Motorlan ejerce de mediador, aunque si un usuario así lo quiere, puede contratar los servicios de la empresa para la readecuación y puesta a punto del motor ('remanufacturing').
El mundo de la moda es terreno propicio para aplicar los principios filosóficos de la economía circular. Por eso abundan los proyectos que consisten en reutilizar los tejidos textiles para otros fines. Como el impulsado por Koopera, cooperativa dedicada al reciclaje, y que además facilita la inserción sociolaboral de personas en situación o riesgo de exclusión social. La iniciativa, denominada Eko-koopera, busca alternativas «medioambientalmente correctas» para las prendas de poliéster y 'polycotton', una mezcla de poliéster y algodón no reutilizable ni reciclable, y que suponen más de 2.300 toneladas anuales de residuo en Euskadi.
Este material es incinerado o depositado en un vertedero para la producción de moquetas 100% recicladas y su reintroducción en el mercado de consumo a través del sector de la automoción. Una solución «innovadora» a nivel estatal ya que, si bien existen procesos para el reciclaje de textil postindustrial, «el proyecto da una salida a los residuos textiles postconsumo».
Parecido proceso, pero a la inversa -convertir diversos útiles en materia textil- es el que lleva a cabo Ternua a través de Redcycle. Se trata de un proyecto de recogida y reciclaje, en colaboración con la empresa Aquafil, de redes de pesca en desuso «para devolverles a la vida y convertirlas en prendas sostenibles y comprometidas con un futuro mejor». El proceso es el siguiente: Ternua se encarga de recoger las redes en las cofradías de pescadores de Bermeo, Getaria y Hondarribia. De ahí se envían a Eslovenia, donde Aquafil prepara, desmenuza y limpia los residuos para enviarlos a una plantea de regeneración, donde se convierten en hilo, que es el resultado final de la mezcla del reciclado de redes de pesca con otras materias reutilizadas, como las moquetas. Como resultado de todo el proceso, nace un nuevo tejido que acabará transformado en una prenda.
Los residuos industriales y domésticos no peligrosos que acaban en el vertedero pueden dejar una profunda huella, en el sentido literal del término. Porque es la materia prima que utiliza la marca de moda Kamaleonik para diseñar prototipos de calzado que posteriormente formarán una línea de productos «ambientalmente sostenibles y económicamente viables». La firma detectó en industrias vascas, sobre todo las de automoción, «numerosos materiales residuales de alta calidad» adecuados el diseño de sus productos «y con potencial de generar una nueva línea de negocio con menor huella ambiental, evitando el consumo de materias primas y dando otra nueva vida a estos materiales». El proyecto, activo desde hace dos años, se llamó 'Pisadas recicladas'.
Se trata de dar «pequeños pasos, en entornos más limitados» en lo que se presume «una carrera de fondo. El modelo finalista de economía circular no llegará hasta dentro de bastantes años. Ahora tenemos que ver cómo hacemos la transición hacia ese modelo. No es fácil para nadie, porque cada uno estamos acostumbrados a lo cómodo», reconoce Lola Elejalde. «No debemos aspirar a las cosas grandes desde el minuto cero», sentencia.
«Aunque desconozcamos su alcance, de lo que no hay duda es que la economía circular constituye un síntoma, y a la vez una posible cura, de las propias fisuras del sistema. La economía circular está incentivando el desarrollo de nuevos modelos que separan el crecimiento de recursos potencialmente escasos o volátiles en precio, e impulsando a las compañías a replantearse su relación con sus clientes», añade Iñaki Ortega.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El pueblo de Castilla y León que se congela a 7,1 grados bajo cero
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.