Bruselas elige seis minas españolas para acelerar la extracción de materias primas estratégicas

Tras preseleccionar como estratégicos más de 170 proyectos en distintos países hace unos meses, la Comisión publicó ayer la lista de los primeros 47 que considera prioritarios. Entre ellos se encuentran seis minas españolas de extracción y un séptimo proyecto de obtención de minerales mediante el reciclaje de productos electrónicos. «Todos cumplen los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza y son técnicamente viables», señaló la Comisión.

El objetivo ahora es acelerar la concesión de permisos para que puedan ver la luz sin más trabas burocráticas de las imprescindibles -la espera para abrir una mina en Europa es de entre cinco y diez años- y facilitar la financiación. Sobre esto último, Bruselas calcula que harán falta unos 22.500 millones de euros en inversiones y contarán con el apoyo de la Comisión, los Estados miembros y las instituciones financieras.

En cuanto a los plazos, según los cálculos de Bruselas, los procesos no podrán exceder de 27 meses en casos de extracción y 15 en del propuesta de otra naturaleza.

«No hay suficientes minas en Europa», reconoció el comisario de Industria, el liberal francés Stephane Séjourné. El objetivos es cubrir las necesidades de litio y cobalto para 2030 y hacer «avances sustanciales» con el grafito, el níquel y el manganeso. Las miradas también están puestas ahora, en el contexto geopolítico mundial, en el tungsteno (o wolframio) porque es un mineral vital para la industria armamentística.

Todos estos productos están representados en los proyectos mineros españoles seleccionados por Europa, que hace años esperan permisos para poner en marcha su actividad.

Lithium Iberia es la empresa que comenzó hace ocho años las catas para delimitar el potencial del yacimiento de litio de Las Navas del Cañaveral, en Cáceres. Tras años de gestión de permisos, estudios de impacto y 11.000 folios de proyecto, la empresa espera la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) positiva de la Junta de Extremadura durante este año y así poder comenzar su actividad en 2026. El gesto de Europa, valoró su CEO, Ignacio Baños, «refuerza y reafirma el apoyo al proyecto de todas las instituciones y administraciones públicas, del ámbito municipal, regional y estatal». Apoyo que no se ha visto reflejado al 100% en la vecindad, que está movilizada en una plataforma que ya ha anunciado el recurso a la decisión europea. La mina está preparada para generar 1,2 millones de toneladas del mineral y 30.000 toneladas de hidróxido de litio, que se obtendría en su complejo industrial tras tratar la piedra. Este último producto es vital para la fabriación de todo tipo de baterías. Para las que lleva un sensor, las de un coche eléctrico o las de grandes dimensiones usadas en eólica y fotovoltaica para almacenar electricidad, capacidad que tiene este mineral. Los promotores de la mina de Las Navas calculan que podrían abastecer a 2,5 millones de coches eléctricos al año.

Extremadura contará con otro proyecto estratégico en Badajoz, con la mina de Aguablanca, en Monesterio. El yacimiento es del 80% de níquel, pero también se extraería cobre. La combinación de estos dos minerales la hace única. Se trata de una antigua mina que la empresa Río Nácera quiere reabrir con un proyecto subterráneo y no a cielo abierto, como antiguamente. Tiene autorización ambiental desde 2017, pero estaba parada.

El tercer proyecto aprobado para Extremadura se centra en el tungsteno (o wolframio) que guarda el subsuelo en el yacimiento ubicado entre las localidades de Santa Amalia (Badajoz) y Almoharín (Cáceres), en la antigua mina de La Parrilla. Las instalaciones se proyectan para tratar 250 toneladas por hora del primer mineral, valioso para los planes de reflotar la industria de Defensa en Europa, y espera los permisos de explotación.

Galicia es, junto a Extremadura, la otra gran promesa del 'oro blanco' español. Mina Doades es el proyecto más avanzado para la explotación subterránea del litio de la empresa Recursos Minerales de Galicia, que formalizó el pasado mes de enero el registro de la documentación necesaria para obtener el permiso de explotación, después de que lo valore la Xunta. A esta solicitud, dicen desde la empresa, «se han dedicado miles de horas de trabajo durante los últimos nueve años e invertido 10 millones de euros». El proyecto de investigación se llamó Alberta I, a través del que se autorizó a realizar catas en 1.690 hectáreas. «Después de años de estudios y análisis sobre el terreno, los técnicos de la empresa han concretado que el mejor lugar para emplazar una mina subterránea viable es una ubicación más concreta: los montes de Doade-Beariz que son propiedad de la Comunidad de Montes Vecinal en Mano Común (CMVMC) Lama, Cega e Bisticobo. Se trata de una superficie acotada de 13,62 hectáreas», explican desde la promotora.

El proyecto más singular se encuentra en Andalucía occidental. Se trata de Cobre Las Cruces, que levantará «la primera instalación industrial del mundo», destacan fuentes de la empresa, que extraerá y procesará cuatro metales: cobre, zinc, plomo y plata. Esta «refinería polimetalúrgica», cuyo arranque de las investigaciones data de 2014, ya tiene los otorgados todos los permisos administrativos y solo está pendiente de activar la inversión. El proyecto, de 800 millones de euros, espera arrancar con la producción dentro de dos años, en 2027. La primera documentación se presentó en el año 2018 y el último permiso, «el más importante», que ha obtenido fue el de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en 2023. Su proceso industrial también lo hace singular por ser el «más limpio» que se conoce actualmente porque sustituye la fundición por la hidrometalurgia.

Ciudad Real ha acaparado todos el foco mediático en las últimas semanas por las tierras raras que contiene la monacita que contiene Campo de Montiel. Pero finalmente el proyecto de Quantum Minería, la empresa que lleva años de lucha en la administración y contra las plataformas vecinales, no figura en la lista de los proyectos estratégicos. El que sí ha obtenido la atención de Europa es el yacimiento de el El Molto, de la empresa Abenójar Tungsten SL, uno de los mayores de tungsteno (wolframio) y oro de Europa. «Está plenamente autorizado», asegura el CEO de la empresa, Gonzalo García San Miguel, con todos los permisos vigentes y listo para construir este año y obtener la primera producción en 2027. «Contamos con una concesión de explotación vigente por 90 años», concluyen.