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Tras tres meses de inusuales descensos en el número de pensiones, la Seguridad Social ha logrado empezar a desatascar la tramitación de las nuevas altas de jubilación. La declaración del estado de alarma y el confinamiento llevó al cierre de las oficinas de atención al público y sólo permaneció activa la tramitación por internet, que presenta grandes dificultades para las personas de más edad, que son precisamente las que se jubilan y se incorporan a la nómina de los pensionistas.
Aunque aún persisten algunos efectos del bloqueo, en junio el número de pensiones netas subió en España en 603 y en el País Vasco en 337. Véase que el total de nuevas altas en junio sumaron 40.569 prestaciones, un 23,4% menos que en junio de 2019. Por tanto aún quedan muchos expedientes a la espera de tramitar, aunque su retraso no les restará derechos económicos a los jubilados afectados.
Otro efecto, mucho más trágico de la pandemia, en el sistema público de pensiones, es que en los cinco primeros meses del año el número de pensiones dadas de baja se elevó a 245.694, lo que implica un aumento del 16,2% con respecto al mismo periodo del año pasado.
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