Divercirco, la idea más original de la edición

M&M es un grupo encuadrado en la categoría de 19 a 24 años y que escogió el reto sanitario-social. Su proyecto, Divercirco, no fue seleccionado para la final, pero sí fue elegido como la idea más original. ¿Qué proponían? Una escuela de circo social sin ánimo de lucro en la que, con las artes circenses como herramienta educativa y de socialización, permiten la integración de jóvenes vulnerables y la mejora de determinadas situaciones de riesgo social. Según los integrantes de M&M, valenciana ella y madrileño él, el circo social es un proceso de enseñanza y aprendizaje que tiene como finalidad la inclusión de éstos jóvenes, su crecimiento integral como individuos y, por añadidura, el desarrollo de la comunidad.

María Luisa, artista de circo, tomó la palabra y, si bien reconoció que no esperaba ganar, se mostró esperanzada de poder mejorar la situación que hoy día vive el circo a nivel estatal: «Creemos que puede ser una herramienta de integración social para jóvenes y niños en riesgo de exclusión. Ojalá algún día pueda ser una realidad, aunque sea en un formato más modesto que el que planteábamos en nuestro proyecto».

Rosa Lavín también formuló un deseo: «Que este tejido cooperativo, con la cuna de Mondragón como precedente, siga creciendo».