

Secciones
Servicios
Destacamos
Después de setenta y tres días de bandazos, amenazas y algunas particulares andanadas arancelarias, Donald Trump dio ayer por inaugurada una nueva era comercial en ... el mundo, inspirada y ajustada bajo la doctrina proteccionista del Maga ('Make America Great Again'). Estados Unidos, el tercer cliente de las empresas guipuzcoanas y el cuarto de las vascas, con un balance total de 2.000 millones en ventas, tendrá desde este sábado, 5 de abril, un muro aduanero universal del 10% para todas las importaciones (con algunas excepciones). No obstante, el próximo miércoles, 9 de abril, se aplicarán los aranceles «recíprocos» más altos dirigidos a cada socio comercial que, en el caso de la Unión Europea, ascienden hasta el 20%. Estos tributos acompañarán -no se superpondrán-a los ya impuestos al acero, aluminio y los automóviles y sus piezas, del 25%.
Ante este sombrío panorama, el tejido económico guipuzcoano y vasco pide «firmeza y celeridad» a las instituciones, en especial a Bruselas, para reducir al mínimo el impacto de esta guerra comercial de consecuencias imprevisibles. Pero más allá de las cifras frías, el golpe es sectorialmente quirúrgico. Siderurgia, automoción, equipos industriales y el sector agroalimentario, con particular incidencia en el txakoli, son los más expuestos a esta escalada proteccionista. Tanto es así que varias compañías referentes del territorio confirman a DV que la nueva política comercial estadounidense podría tener un impacto negativo en el empleo, además de que ya ha comenzado a frenar algunas inversiones y está ralentizando decisiones clave en sectores estratégicos.
La peor parte, eso sí, se la llevó China, expulsada 'de facto' del mercado norteamericano al afrontar un 'arancelazo' del 54%. Una cuestión que tampoco es baladí porque el producto barato del gigante asiático podría terminar inundando el bloque intercomunitario, lo que sacudiría la competitividad de sus compañías.
Pablo Martín Resp. de Economía de Confebask
Pablo Martín, responsable de Economía de Confebask, no oculta su preocupación. «Una guerra comercial perjudica a todos», sentencia con firmeza al referirse a los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump. El problema, sin embargo, no es solo directo, sino sistémico. Martín advierte que estos tributos pueden tener un efecto dominó sobre el crecimiento europeo, especialmente en Alemania, la gran locomotora exportadora del continente y, a su vez, un socio clave para la economía vasca. Francia, que tampoco atraviesa su mejor momento, completa un escenario incierto que podría agravar el freno económico europeo, como agrega el experto.
Ante este panorama, la respuesta de la Unión Europea se vuelve crucial. Martín aboga por una reacción «rápida, decidida y coordinada», capaz no solo de responder a Estados Unidos con medidas arancelarias recíprocas, sino también de blindar el mercado europeo «frente a productos procedentes de terceros países que puedan aprovechar el vacío dejado por el comercio con EE UU». La protección del tejido productivo europeo, señala, debe estar en la agenda, sobre todo frente a economías con «subsidios elevados o estándares medioambientales más laxos».
El responsable de Economía de la patronal vasca explica, en esta línea, que la diversificación de mercados es una vía que ya se explora con más intensidad, «en países como India, Turquía, Brasil o Vietnam, donde las oportunidades de crecimiento aún son amplias». No obstante, el gran interrogante sigue siendo el impacto en el empleo. «Está por ver», admite Martín, sin caer en alarmismos, pero sin subestimar la amenaza. «Todo dependerá de la capacidad de reacción europea».
Mauri Arregui Presidente de Cámara de Gipuzkoa
Según la Cámara de Comercio de Gipuzkoa, la mitad de las empresas vascas esperan verse afectadas de alguna forma, especialmente aquellas con presencia en México, un país clave en la estrategia comercial del tejido industrial guipuzcoano. «Para estas empresas es difícil precisar aún el alcance real, pero muchas estiman que el efecto se traducirá en una caída de ventas», advierten desde la Cámara.
El golpe no sólo alcanza a quienes venden directamente a Estados Unidos, sino que se extiende como una onda expansiva hacia quienes exportan a mercados intermedios como Alemania, Canadá o México, cuyos productos terminan, en parte, en suelo estadounidense. «Todos los sectores son vulnerables en este tema», explican. «Algunos de manera directa porque venden en Estados Unidos, y otros de manera indirecta porque exportan a clientes que, a su vez, después venden al país norteamericano».
Eso sí, agregan que «nuestra industria siempre ha explorado nuevas oportunidades», aseguran desde la Cámara. «En los últimos años, principalmente por el debilitamiento de Europa, hemos buscado diversificar nuestras exportaciones. Mercados como India, Emiratos Árabes Unidos, Australia o Marruecos han ganado protagonismo, así como los países del Mercosur tras el reciente acuerdo con los países de la Unión Europea».
Pello Rodríguez Presidente del Grupo Mondragon
Desde Mondragon también observan la situación con preocupación: «Estas medidas pueden tener un impacto negativo en la actividad, la demanda y el empleo», advierten. De hecho, el Grupo cooperativo arrasatearra confirma que la incertidumbre generada por la nueva política comercial estadounidense «ya ha comenzado a frenar inversiones y ralentizar decisiones clave en sectores estratégicos».
El golpe, además, no solo alcanza a quienes venden directamente a Estados Unidos, sino que afecta a toda la cadena de suministro. «En los sectores globalizados, estaremos atentos a las reacciones y acompañaremos a nuestros clientes en sus estrategias de adaptación a la nueva situación de los mercados», señala la corporación. Esto es especialmente relevante para las empresas guipuzcoanas con presencia en México, un país clave en la estructura comercial de la región. Si las restricciones comerciales con EE UU afectan a las compañías del país azteca, el impacto podría trasladarse directamente a Euskadi a través de proveedores y socios industriales.
No obstante, Mondragon asegura que «llevamos tiempo impulsando estrategias de diversificación de mercados, que permitan mitigar los impactos y aprovechar las oportunidades que puedan generarse en otras regiones», afirma la corporación.
Andrés Arizkorreta Presidente de CAF
La otra cara de la moneda es Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF). La beasaindarra observa el vaivén de la guerra comercial con la tranquilidad de quien ya ha puesto un pie al otro lado del océano. «Nosotros seguimos adelante con nuestros planes. Tener una fábrica en Estados Unidos nos da estabilidad en un contexto incierto», explican desde la compañía. En Elmira, un rincón industrial del estado de Nueva York, la compañía ha encontrado no solo refugio frente a los aranceles de Trump, sino una plataforma de crecimiento en el mercado ferroviario estadounidense.
Esa ventaja se traduce en contratos como el que la compañía ha firmado con la ciudad de Boston. «El futuro de la movilidad urbana está en la eficiencia y la sostenibilidad, y ahí estamos nosotros», afirman con convicción. La capital de Massachusetts ha confiado en la empresa vasca para renovar su red de tranvías.
Gonzalo Garrido Clúster de Automoción de Euskadi
Desde el Clúster de automoción de Euskadi, Gonzalo Garrido subraya que el sector vasco de automoción también cuenta con una ventaja estratégica: su fuerte presencia en México y EE UU. «Tenemos unas 50 fábricas en México y otras 20 en EE.UU. Esa presencia nos permite adaptarnos mejor a este tipo de medidas. También tenemos presencia en Brasil, China, en incluso en la India, pero, sobre todo, en Europa», afirma Garrido. En esta línea, agrega que «somos un sector muy globalizado, porque entre otras cosas acompañamos a nuestro cliente, que es el fabricante de vehículos fundamentalmente». En síntesis, Garrido afirma que «tenemos bastante diversificado toda nuestra internacionalización, nuestra capacidad de fabricación la tenemos en todo el mundo. Esta dinámica comenzó hace ya 20 años y ha sido un gran acierto. Estamos hablando de que tenemos unas 340 fábricas fuera de Euskadi».
Asier San Millán Clúster de Siderurgia de Euskadi
Asier San Millán, director del Clúster de siderurgia de Euskadi, Siderex, advierte que «cualquier medida proteccionista que distorsione el comercio y genere incertidumbre es negativa para la industria. En la siderurgia, trabajamos con ciclos largos y cambios como estos pueden afectar la planificación de inversiones y estrategias de exportación», señala San Millán.
Una de las principales preocupaciones del sector es el impacto de estos aranceles en la competencia con China. El país asiático ya enfrentaba un arancel del 20% en EE UU, al que ahora se suma un 34% adicional, elevando el total al 54%. «Esto puede generar un doble efecto: por un lado, las empresas chinas perderán cuota de mercado en EE.UU., lo que podría ser positivo para la industria europea; pero, por otro, el exceso de producción china, que ya es un problema recurrente, podría redirigirse a Europa, aumentando la presión sobre las empresas vascas», advierte. «Es muy importante que la reacción de Bruselas sea rápida».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La juzgan por lucrarse de otra marca y vender cocinas de peor calidad
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.