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La empresa Sete de Hernani fabrica tubos de alumnio.
El cierre de la firma Sete de Hernani dejará en la calle a 65 trabajadores

El cierre de la firma Sete de Hernani dejará en la calle a 65 trabajadores

La plantilla achaca ese final a la «mala gestión» de la empresa, que echará la persiana tras cambiar la propiedad en 2018

Pilar Aranguren

San Sebastián

Jueves, 20 de marzo 2025, 10:54

La empresa SETE de Hernani no ha logrado solventar las dificultades que arrastraba desde hace varios años y pese a haber cambiado de dueño en 2018, tras adquirirla un empresario argentino del ramo, echará la persiana, según ha anunciado este jueves la plantilla.

La compañía se fundó en 1933 en Pasai Antxo y en 1996 se trasladó a Hernani. Está especializada en la fabricación de tubos de aluminio, un sector en el que la empresa ha tenido cierta relevancia pues en todo momento ha tenido una cartera de pedidos que hacían posible su viabilidad, señalan los trabajadores. De hecho, tiene un gran componente internacional, ya que exporta a más de treinta países.

Los problemas de la compañía comenzaron en 2016 con impagos de salarios, que la plantilla achaca a la « mala gestión de la dirección de la empresa y también de las cotizaciones de Geroa». En 2018 entró en concurso de acreedores.

Después de estar un año en esa situación, se vendió la unidad productiva a un empresario argentino con una empresa de las mismas características. Sin embargo, la plantilla indica que pese a las promesas de inversión en nueva maquinaria e infraestructuras, todo siguió igual sin que se materializara nada.

Además, indican que volvieron a la misma situación anterior, «con impagos de nóminas, retirando ese dinero para pagar a Geroa, aunque no se llegan a hacer esos abonos, debido »nuevamente a la mala gestión de la compañía«.

Lamentan que los responsables de que 65 trabajadores y trabajadoras se queden en la calle «no van a tener ninguna consecuencia, pese a que ha sido la plantilla la que con su esfuerzo ha sacado adelante la empresa», remarcan.

Añaden que han exigido más inversiones en maquinaria, solicitando planes de viabilidad y con propuestas de mejoras en el proceso de producción que han caído en saco roto.

Por todo ello, denuncian que «los responsables de que SETE se cierre son los dueños así como la gerencia de la empresa, pues si se hubiese actuado de otra forma la empresa seguiría siendo viable».

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