![Industria enmarca el ERE de Rezola en las exigencias de descarbonización del mercado](https://s2.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/2024/06/19/Rezola-industria.jpg)
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El expediente de regulación de empleo (ERE) planteado por la alemana Heildelberg Materials para la fábrica de Añorga, Cementos Rezola, que supone la salida de 56 trabajadores de los 104 que tiene como consecuencia del cierre del horno donde se produce el clínker, ha supuesto ... todo un jarro de agua fría. No solo para la plantilla sino también para el barrio donostiarra y el tejido productivo del territorio. No en vano supondrá perder algo más de la mitad de sus trabajadores. Un ERE que el grupo alemán justifica por la necesidad de dar pasos decididos en la descarbonización y cumplir así con el objetivo asignado por la UE de reducción de emisiones de CO2, además de con la Ley de Transición Energética y Cambio Climático aprobada por el Parlamento Vasco en febrero de este año.
Con todo, el Gobierno Vasco considera que el cierre del horno de Añorga no viene obligado por la legislación vasca o la europea, sino que se enmarca en las propias exigencias del mercado que, reclama, cada vez más, añade, productos sostenibles y menos contaminantes.
Zigor Urkiaga, director de Proyectos Estratégicos y Administración Industrial del Gobierno Vasco, explica que la UE marca como objetivo para 2030 una reducción de emisiones de CO2 del 62% respecto de las de 2005 y que la ley vasca surge de un consenso para que haya un modelo de transición vasco, con un gran peso del PIB industrial, que es del doble que la media estatal. «Hay un compromiso de la industria y de los clústeres por la descarbonización».
Pero apunta que el proceso de descarbonización que están llevando a cabo ya muchas empresas vascas y en la que enmarca la decisión del grupo alemán respecto a Cementos Rezola «obedece más a las exigencias de sus clientes –son proveedores de procesos de otras actividades– que a las legislativas». Añade que «las empresas no abordan cambios en los modelos productivos porque lo reclame la ley sino de 'motu proprio', por autoconvencimiento. Para poder seguir vendiendo a sus clientes tienen que demostrar que su producto es renovable». «El reto de la industria vasca es adaptarse», remarca.
Urkiaga apunta que en algunas industrias, como las cementeras, que son muy contaminantes, el reto es mayor porque el propio proceso de producción es muy difícil de descarbonizar. En este sentido se explica, a su entender, la decisión del grupo alemán de llevarse la producción del clínker –el primer proceso del cemento y el más contaminante–, a Arrigorriaga, cuyo horno es más moderno, aunque lamenta que implique un ERE para 56 personas. Eso sí, cree que la inversión de 16 millones anunciada por Heidelberg Materials para Cementos Rezola supone que el grupo alemán sigue apostando por la planta de Añorga.
Sin embargo, el comité de empresa opina todo lo contrario, ya que considera que con la plantilla que quedará tras el ERE –48 trabajadores– «no será posible producir la misma cantidad de cemento portland que ahora en la planta donostiarra. No es viable el planteamiento que hace la empresa». Es más, destacan que «hay mucho riesgo de que cierren la fábrica de Añorga de aquí a unos años, pese a la inversión anunciada». Entienden que con esa cifra de trabajadores se va a «condicionar la producción de la planta y también su viabilidad». Y todo ello, «pese a tener grandes beneficios».
Por ello, insisten en rechazar el ERE, porque entienden que «el objetivo de la empresa no es iniciar un proceso de descarbonización, sino que pretende trasladar el trabajo de Cementos Rezola a otros centros». El comité de empresa apunta que «está de acuerdo en realizar un proceso de descarbonización de la planta, siempre que sea real y consensuado con la plantilla y sin destrucción de puestos de trabajo». El grupo alemán plantea un ERE para 56 personas, con el compromiso de implementar un plan de prejubilaciones para quince personas. Para las otras 41, la empresa propone un programa de recolocación interna para 30 trabajadores, quince de ellas irían a Arrigorriaga y las otras 15 a otros centros del grupo alemán, que cuenta con plantas en el país teutón, además de en Italia, Holanda o Inglaterra. Unas recolocaciones que el comité no ve muy factibles. Además, habría recolocaciones externas para otros 11 trabajadores.
Según ha podido saber este periódico, Heildelberg Materials ha recibido, como otras muchas empresas, ayudas del Gobierno Vasco para I+D. En este caso han sido por valor de 227.417 euros desde 2015 hasta el año pasado. El grupo alemán cuenta con sendos laboratorios de materiales en la planta de Añorga y en la de Arrigorriaga,Las ayudas no están especificadas por centros. La Diputación de Gipuzkoa no ha concedido ninguna subvención a Cementos Rezola, según indican desde diferentes departamentos.
La cementera de Añorga, que se puso en marcha en 1850, es una planta muy enraizada no solo en el barrio donostiarra sino en toda la comarca.
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