Un informe revela que tres de cada diez empresas vascas considera que su negocio ahora es más débil que hace un año

Una cifra que no mejora si se quiere mirar al resto del territorio nacional, puesto que el nivel de empresas españolas que notan esta debilidad ha aumento hasta rozar el 40%.

El estudio destaca que el 53% de las entidades vascas (mismo porcentaje que en el caso de las empresas españolas), ha cambiado su enfoque de crecimiento para centrarse en conseguir una mayor eficiencia y ahorro en costes. Para ello se tiende a priorizar en conseguir una optimización de recursos y reducir en gastos, como por ejemplo en el caso de estrategias que permitan enfrentar desafíos.

Una causa que explica esta sensación de debilidad entre los negocios de Euskadi se debe, en parte, al cobro tardío de facturas, reconocido por más de 8 de cada 10 de las organizaciones consultadas, cifra que también se da a nivel nacional. Un hecho que, unido a los impagos, obstaculiza la inversión en iniciativas estratégicas de crecimiento.

Dento de ese 85% se da una variedad de opiniones. Aquellas empresas vascas que consideran que este hecho osbstaculiza «un poco» el crecimiento del negocio se encuentra en el 55%; aquellas que consideran que estas circunstancia tiene un efecto significivativo se reduce al 25% y aquellas que lo consideran un elemento primordial (efecto «muy significativo») se sitúa en el 5%. En España estos porcentajes se colocan en el 53%, el 23% y el 9% respectivamente.

Más optimistas son los datos en comparación con el resto de países europeos (un total de 25) analizados por Intrum. Esto se debe a que el porcentaje de respuesta coloca a España como uno de los países menos negativos, situándola entre el 44% y manteniéndola por debajo de la media continental.

Más específicamente cabe recalcar que España ocupa la cuarta posición empezando por la cola, situándose por encima de países como Bélgica (38%), Países Bajos (38%) o Irlanda (36%) y solo siendo superados por Alemania (48%), Francia (44%) e Italia (42%).

Croacia encabeza el listado de países que tienen una mayor sensación de debilidad, alcanzando el 55% del total. El segundo lugar lo ocupa Hungría, con el 51%. En el tercer puesto, finalmente, se da un quíntuple empate entre Austria, Eslovenia, Portugal, República Checa y Serbia, con un 49%.