Matrici pide pasar a la fase de liquidación tras una larga crisis por la falta de pedidos

La caída de ventas y los negativos resultados de los clientes de Matrici, que vienen cancelando y retrasando los nuevos modelos de vehículos que habían previsto, ha generado un «nuevo parón» en la actividad de la cooperativa vasca. La falta de carga de trabajo ha desembocado de esta forma en que el proyecto deje de ser así viable para la empresa, con 79 trabajadores y socios, pese a los «enormes esfuerzos» que venía realizando para mantenerse a flote.

Por el momento no se ha puesto fecha al cierre de la firma, dedicada a la construcción de moldes con los que luego ejecutan las carrocerías, aunque ya se da por inevitable. Durante los próximos meses Matrici seguirá desarrollando su actividad y ejecutará «los trabajos en curso dando servicio con el mismo nivel de calidad a sus clientes», han asegurado.

Integrada en la corporación Mondragon, y con más de medio siglo de historia, la empresa había sufrido ya una sequía de cuatro años en su búsqueda de pedidos cuando presentó su suspensión de pagos hace dos años, con una deuda de 25 millones de euros. Entonces contaba con 134 trabajadores (los faltantes se habían acogido a procesos de prejubilaciones y excedencias) y perseguía mantener su actividad a través de un proceso de reestructuración. Inicialmente ya había recolocado a otros 60 operarios en otras empresas del grupo, y había gestionado un número similar de prejubilaciones en un primer ajuste que resultó no ser suficiente.