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Las fábricas guipuzcoanas y vascas se resienten ya de la debilidad de los mercados europeos, sobre todo de Francia y Alemania, los principales destinos de nuestras exportaciones, como lo demuestra el hecho de que la actividad industrial cerrara 2024 con la primera caída en una ... década, salvo la registrada en 2020, cuando estalló la pandemia y hundió la economía mundial.
La producción industrial bajó de hecho en Gipuzkoa un 0,4% en el acumulado del año comparado con 2023. El anterior dato negativo se remonta a 2020 cuando en el inicio del covid la actividad de nuestras fábricas se redujo un 10,7% –un 13,4% en Euskadi– y más atrás a 2013, cuando se contrajo un 2,7%. Entonces también menos que en el conjunto de la CAV, donde fue del 3,4%. Un descenso en 2024 que es en este caso el más moderado de los tres territorios vascos, ya que en Bizkaia bajó un 0,5% y en Araba fue mucho más acentuado, con un retroceso del 2,5%. Unos registros que llevan al conjunto de Euskadi a una caída del 0,9%, según los datos aportados por el Servicio Vasco de Estadística, Eustat.
Todo ello, pese a que en Euskadi en diciembre aumentó un 1,3% sobre noviembre, y un 0,3% sobre el último mes de 2023, aunque no fue suficiente para revertir la tendencia negativa de todo el año. En Gipuzkoa la evolución fue positiva en el último mes respecto a noviembre, ya que creció un 0,4%, pero en la comparativa interanual descendió un 0,3%.
Pero volviendo al acumulado del año, la evolución negativa se debió en el caso de nuestro territorio sobre todo a los bienes de consumo duradero (coches, electrodomésticos, electrónica...), que cayeron un 9,82%, muy por encima de Euskadi, donde el descenso fue del 2,99%. Los bienes de consumo no duradero subieron ligeramente (0,81%), pero no impidieron que el conjunto de los bienes de consumo retrocedieran un 1,36%. También cayeron los bienes intermedios (1,53%). En el otro lado de la balanza se sitúan los bienes de equipo, con un gran peso en el territorio, ya que incluye la máquina herramienta, al crecer un 0,95%, y la energía, que aumenta su producción un 0,66%.
Si se toma como referencia el mes de diciembre y se compara con un año antes, entre los sectores con más peso en Euskadi, muestran una evolución positiva la energía eléctrica, gas y vapor, con un aumento del 15,4%, y metalurgia y productos metálicos, con un 2,2%. En sentido contrario, los sectores que presentan mayores disminuciones son el material de transporte, con una caída del 3,5%, y el material y equipo eléctrico, con una bajada del 1,5%. Aunque detrás de la evolución de todo el año están los problemas que atraviesa la economía alemana, que entró en recesión el año pasado, y también la francesa, con crecimientos prácticamente planos. Dos destinos que suponen el 25% de las exportaciones guipuzcoanas y que se contrajeron el año pasado un 5,3% y un 2,6%, respectivamente.
El vicelehendakari y consejero de Economía, Trabajo y Empleo, Mikel Torres, no pudo sustraerse ayer a los datos de producción industrial, pero quiso lanzar un mensaje tranquilizador ante las incertidumbres internacionales y la amenaza de los aranceles de Trump. De hecho, indicó que confía en la «robustez del modelo de crecimiento de la economía vasca, ya que pese a la ralentización de las exportaciones, las empresas siguen contratando e invirtiendo».
Durante su intervención en el Forum Europa-Tribuna Euskadi en Bilbao, Torres remarcó que las compañías vascas continúan contratando trabajadores y no se desprenden de mano de obra cualificada y formada, al tiempo que la formación bruta de capital –inversiones– sigue creciendo». Esto último, aseguró, es una muestra de que confían en que las cosas irán bien, ya que las inversiones se hacen cuando hay buenas previsiones a medio y largo plazo.
Y en lo que respecta a la contratación de personal, los datos de afiliación a la Seguridad Social ratifican que el empleo ha aguantado en los últimos año en Euskadi y también en Gipuzkoa pese a la ralentización económica, ya que se ha llegado a máximos históricos de cotizantes a cierre de año, aunque enero haya sido, como es habitual, un mal mes para el empleo.
Unos máximos que no se deben únicamente al tirón de los servicios, ya que la cifra de cotizantes en la industria manufacturera también alcanzó niveles históricos a cierre de 2024. En concreto, en Gipuzkoa cerró el año pasado con 69.512 afiliados en la industria manufacturera, la cifra más alta desde 2011, cuando contaba con 72.325. En el Régimen General, los cotizantes suman 53.665, el registro más elevado desde 2020, y en el de autónomos llega a los 15.846, la cifra más alta desde 2012.
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