![Sidenor acelera para cerrar la compra de Talgo este año pese a la compleja operación](https://s1.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/2024/11/18/sidenor-kesF-U230372788030LD-1200x840@Diario%20Vasco.jpg)
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Lucas Irigoyen
Lunes, 18 de noviembre 2024, 09:03
Sidenor trabaja en el análisis de las cuentas de Talgo para preparar una oferta a la vez que diseña la fórmula con la que hacerse con el control del fabricante de trenes. Una operación con múltiples vertientes que pasa por el precio que ofrecer en ... la negociación al principal accionista de Talgo, Trilantic. Fuentes conocedoras del proceso confirman a DV que el presidente de Sidenor, José Antonio Jainaga, quiere cerrar un acuerdo antes de final de año para adquirir el control del 29,9% de las acciones de la compañía.
Una de las claves de la operación es concentrar la compra en ese porcentaje que, según la cotización de bolsa, supondría unos 126 millones. Superar el 30% obligaría a presentar una opa sobre toda la empresa, lo que elevaría el coste a más de 420 millones, a cierre de mercado del viernes.
Jainaga, para diseñar la financiación, cuenta con el respaldo de los gobiernos central y vasco que están dispuestos a entrar adquiriendo participaciones en la empresa para asegurar su proyecto industrial. Además, como desveló este medio, la Fundación Vital -una de las accionistas de Kutxabank- está dispuesta también a aportar capital.
Ese respaldo institucional es la principal baza que quiere emplear Sidenor para presentarse como única candidatura viable para controlar una empresa que el Gobierno central considera estratégica y sobre la que vetó el intento de compra de la húngara Magyar Vagon.
El fondo americano Trilantic representado por Javier Bañón, en cambio, busca dar entrada a una alternativa que le permita encarecer la operación. Su propuesta de venta sigue en los 5 euros por acción que plantearon los húngaros. Eso haría que el coste del 29,9% de las acciones alcanzara los 185 millones. En las últimas semanas se han tratado de reactivar vías fallidas como la de Skoda o la del gobierno polaco, Pesa. Incluso, uno de los constructores indio, Jupiter Wagon, está preguntando por Talgo atraído por el ruido.
En el calendario pesa también el hecho de que en 2024 expira el pacto de socios que condiciona a los principales accionistas de la compañía ferroviaria: Trilantic, la familia Oriol y Torreal. Este grupo tiene el 40% de Talgo a través de una sociedad, Pegaso International. El peso de Trilantic en ese vehículo es superior al 60%, lo que supone ese 29,9% en el accionariado total del fabricante de trenes. Decaído el compromiso del pacto de socios, estos pueden buscar de forma independiente la venta de sus acciones, lo que añadiría un extra de dificultad a la compra.
Las mismas fuentes explican que Torreal -herramienta de inversiones fundada por Juan Abelló- vincula también su salida de Talgo al momento en el que Trilantic venda. El grupo inversor español participa con un 10% en Pegaso -el vehículo que tiene las acciones de Talgo-, lo que supone el control de algo más de un 3% de los títulos del fabricante de trenes. Un porcentaje menor, pero suficiente para que, acumulado con las acciones de Trilantic, supere el 30% que exigiría una opa. Es uno de los flecos más que, como el de la familia Oriol, Sidenor debe contemplar en la operación. En el caso del presidente de la empresa de Talgo, Carlos de Palacio y Oriol, además de su participación en Pegaso, cuenta con acciones de la compañía que cotizan directamente en el mercado.
Mientras tanto, el tiempo es también oro para Talgo. La compañía acusa la falta de inversión industrial acumulada en los últimos años. La prioridad dada al reparto de beneficios ha impedido aumentar la capacidad de fabricación que, según explicó su presidente en la última junta de accionistas, es hoy una «prioridad».
Pesan los 4.000 millones de una cartera de pedidos que provocan un efecto embudo en las dos plantas de Talgo. Una en Las Matas (Madrid) con 500 empleados y la más grande en Euskadi, en la localidad alavesa de Rivabellosa, con 700 trabajadores. Los retrasos para la entrega de los trenes Avril de Renfe han provocado la apertura de un expediente sancionador que con multas que podrían acercarse a los 200 millones. Además, este otoño, la compañía tiene que entregar las primeras de las 230 unidades encargadas por Deutsche Bhan. El operador alemán firmó ese contrato por 1.400 millones, el más importante en la historia de Talgo.
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