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Las palabras del presidente de Kutxabank, Antón Arriola, sobre lo «extremadamente bajos» que son los salarios de los jóvenes han provocado un intenso debate en ... el mundo empresarial vasco y guipuzcoano. Más allá de una opinión, la advertencia del presidente del banco de las antiguas 'Kutxas' vascas se sustenta en varios informes económicos que refrendan la precariedad de una gran parte de los asalariados menores de 35 años, y cómo esta situación provoca la fuga de talento. El último estudio elaborado por la Hacienda de Gipuzkoa sobre salarios recoge precisamente cómo la brecha salarial entre jóvenes y mayores en la última década se ha incrementado en más de 4.000 euros.
Si acercamos la lupa a este informe del fisco foral, podemos observar cómo el sueldo bruto medio ponderado de los menores de 35 años en Gipuzkoa ha pasado de los 17.569 euros en 2012 a los 18.913, lo que se traduce en un alza del 7,6%, o lo que es lo mismo, 1.344 euros más. En la otra cara de la moneda nos topamos con que el salario de los mayores de 36 años ha subido un 20% (5.382 euros) desde 2012, al pasar de los 26.960 euros a los 32.342 euros en 2022, último año que recoge este estudio.
En resumen, la brecha salarial se ha incrementado en 4.038 euros en la última década y, mientras las retribuciones de los veteranos han subido a mayor ritmo, el de los jóvenes arroja un crecimiento mucho más moderado.
El debate está sobre la mesa después de que Arriola asegurara este pasado lunes en una jornada en Bilbao organizada por empresarios vascos que «los salarios que se pagan a los jóvenes son extremadamente bajos y ya existe fuga de talento por este motivo».Aludió además a un reciente informe del Banco de España que evidencia cómo se están empobreciendo los menores de 35 años, que tienen cada vez más dificultades para acceder a la vivienda. «Su tasa de propiedad ha caído desde el 69% en 2011 al 32%», señaló. «De ahí que la edad de emancipación esté en España en los 30 años frente a los 22 de Alemania», apuntó. Por ello reclamó al sector privado un esfuerzo.
El presidente del Círculo de Empresarios y también de CAF, Andrés Arizkorreta, también hizo referencia a la necesidad de «ofrecer salarios competitivos». El responsable de la constructora de trenes y autobuses, principal empresa de Gipuzkoa, aseguró en este sentido que «es muy importante que las retribuciones de los jóvenes en Euskadi sean más altas para que puedan construir un proyecto de vida», antes de añadir que es una cuestión de justicia social. Preguntados por este periódico, tanto la patronal Confebask como la Asociación de empresas de Gipuzkoa (Adegi), declinaron valorar las declaraciones de Arriola.
Quien sí se pronunció en el debate abierto fue Tomás Iriondo, director general del clúster de Industrias del Conocimiento y Tecnología de Euskadi (Gaia), uno de los sectores que debe pelear la captación de determinados perfiles tecnológicos. Iriondo indicó que los salarios para jóvenes recién incorporados en las empresas del sector oscilan entre los 1.300 y 1.900 euros, lo que, en su opinión, «no es un sueldo bajo y va en la línea de valoración del mercado». «No se paga menos a los jóvenes por el hecho de ser jóvenes», remarcó en declaraciones a Radio Euskadi. Por el contrario, Iriondo cree que «no estamos fuera del rango de retribuciones y, además, ofrecemos un plan de carrera profesional y formación». Aludió, por último, que el hecho de que las viviendas estén caras no es una responsabilidad del empleador sino del ecosistema», remató.
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euros es el salario medio en Gipuzkoa, 1.129 euros más que en el ejercicio precedente.
Para analizar esta brecha entre los que más y menos ganan, el informe de la Hacienda guipuzcoana también divide los ingresos de la población en diez bloques o decilas, esta vez sin poner el foco en la edad. Así, la brecha entre los que más ganan y los que menos se ha reducido un 20,9% en el último lustro, una cifra más negativa que en el anterior informe, cuando la diferencia se redujo tres puntos porcentuales más. De esta manera, los asalariados que menos cobran siguen ganando cierto peso sobre el total, mientras que los que más ingresan lo han perdido.
Fue el propio lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, quien en un encuentro empresarial de Elkargi celebrado en el Kursaal el verano pasado invitó a las empresas a mejorar las condiciones y los salarios de los más jóvenes. «Debemos ofrecer las mejores condiciones laborales y económicas a las personas más jóvenes. Un trabajo bien retribuido es sinónimo de calidad de vida y bienestar social», remarcó.
El sector de los servicios sociales, uno de los que más ha crecido en los últimos años y con tendencia a seguir incrementando su peso, abona una media de 32.870 euros. Ocios y otros servicios (16.560 euros), agricultura, ganadería y pesca (20.748) y servicios a empresas (23.186) ocupan el farolillo rojo de los salarios.
También se habla de la brecha de género. Durante estos diez últimos años la participación de la mujer en el mercado laboral ha aumentado considerablemente en el territorio. En 2013 había 128.699 mujeres asalariadas que percibían salarios de trabajo. En 2022, mientras tanto, esa cifra se ha incrementado hasta las 152.922, lo que se traduce en un alza del 18,8%. En cuanto a los hombres asalariados, han pasado de 152.262 a 171.361 (12,5%). El salario medio de las mujeres en ese periodo ha subido un 19,1%, de los 20.990 euros de 2013 a los 25.006 de 2022. En los hombres, el incremento es algo más moderado, tras pasar de los 27.840 a 32.131 euros, lo que se traduce en un alza del 15,4% en los últimos diez años.
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