Las devoluciones a los mutualistas ponen en riesgo la previsión recaudatoria de Gipuzkoa

Fue en el Consejo Vasco de Finanzas (CVF) de octubre del año pasado cuando el anterior consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, apuntó que su departamento preveía recaudar para las arcas vascas de este año 19.000 millones, 898 más que en 2023. Las Haciendas de Bizkaia, Álava y Gipuzkoa han registrado el ingreso de 11.601 millones de euros hasta agosto de este año, lo que supone 242 millones más que en el mismo periodo de 2023. En términos relativos significa haber recaudado un 2,13% más, y el 61% de lo previsto en el CVF.

Las previsiones de Gipuzkoa eran las más halagüeñas, al liderar porcentualmente ese crecimiento vasco para este año con un repunte del 5,18%, hasta los 6.210 millones. De momento, hasta agosto, el departamento que dirige la nueva diputada de Hacienda del territorio, Itziar Agirre, ha ingresado 3.656,5 millones, un 1,1% más y el 58,8% de la previsión a falta tan solo de cuatro meses para conocer el cierre del año, y a la espera de resolver a final de año el 30% de las reclamaciones de mutualistas pendientes, unas 20.000 solicitudes.

La noticia sobre esta merma recaudatoria respecto a la previsión de ingresos fiscales de este año la desveló este miércoles el nuevo titular del departamento de Hacienda del Ejecutivo de Pradales, Noël d'Anjou, en una entrevista radiofónica, en la que confirmó que «el impacto que ha tenido para la Hacienda vasca las devoluciones a los mutualistas es considerable y potente, y va a afectar a la recaudación. Ha sido un año atípico y ese impacto se va a consolidar en los próximos ejercicios».

Desde la Hacienda de Gipuzkoa confirman también la tesis planteada por el consejero D'Anjou y ayer ratificaron a este periódico que las devoluciones a los mutualistas «dificultan» llegar a la previsión que se hizo el año pasado, aunque será en el CVF del próximo 15 de octubre cuando ofrezcan los datos definitivos.

Bizkaia ya ha devuelto cerca de 100 millones a este colectivo, y Álava alrededor de 31 millones. En Gipuzkoa, al liquidarse ya de golpe los reintegros de esos cinco ejercicios 2019-2023, el impacto ha sido mucho mayor, en concreto, de 204 millones, a la espera de las devoluciones pendientes. Según las propias estimaciones realizadas por el Gobierno Vasco, estas devoluciones pueden provocar este año un 'roto' en el entorno de los 700 millones.

Esta merma ya se ha dejado notar en las arcas forales de la Hacienda de Gipuzkoa. Los más de 200 millones en ajustes –abonados además de golpe de una sola vez para compensar a estos jubilados y cumplir con las sentencias del Tribunal Supremo– se comieron en julio prácticamente todo el crecimiento acumulado, y provocó que la recaudación fiscal hasta el séptimo mes del año descendiera un 1,6% respecto al mismo periodo de 2023, aunque en agosto repuntó un tímido 1,1%.

La debilidad industrial que viene mostrando la economía vasca también fue otro de los temas a tratar por D'Anjou después de que este martes la cuentas trimestrales arrojaran de nuevo un alza del sector servicios (2,3%) y un debilitamiento de la industria (0,1%), para presentar un PIB vasco del 1,8%, un punto por debajo del estatal. «La industria no está tirando, pero era lo esperado. No hay un giro. Esta dentro de los escenarios que contemplábamos, pero es una tónica que se viene produciendo en los últimos trimestres por el debilitamiento del corazón europeo (Alemania)», señaló el consejero.

Respecto a la reforma fiscal que Euskadi debe sacar adelante este mismo año, pidió «máximo respeto» a las tres diputaciones y las Juntas Generales, puesto que son quienes tienen «la capacidad para sacar adelante este nuevo texto fiscal, mientras que desde nuestro departamento solo tenemos una labor de coordinación».