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Gipuzkoa quiere seguir inyectando dinero en los bolsillos de sus contribuyentes para combatir en la medida de lo posible una inflación que se resiste ... a bajar del todo. Diputación de Gipuzkoa y Gobierno Vasco tienen «voluntad» de extender un año más el bono fiscal de 200 euros para familias y particulares con ingresos inferiores a los 35.000 euros. Una medida que se suma a la nueva deflactación del 2,5% en los tramos del IRPF aprobada en el Consejo Vasco de Finanzas de la semana pasada. La deducción extraordinaria de 200 euros en la cuota del IRPF para los contribuyentes que ingresen menos de 30.000 euros, y que va disminuyendo progresivamente hasta para los que ganan 35.000 quedó en el aire, pero Diputación y el propio consejero vasco de Hacienda, Pedro Azpiazu, confirmaron ayer que seguirá en 2024.
299.967 contribuyentes
del territorio declararon en 2021 por debajo de los 35.000 euros.
40 millones
de ahorro supondrá esta ayuda de 200 euros para los casi 300.000 guipuzcoanos.
Fuentes forales consultadas por este periódico confirmaron ayer que Hacienda de Gipuzkoa tiene «voluntad» de extender esta ayuda también a este año. A diferencia del Impuesto Temporal a las Grandes Fortunas, el Gobierno foral, a priori, no prevé dificultades para sacar adelante en Juntas esta ayuda al estar dirigida a los sectores más vulnerables, algo que también comparten EH Bildu y Podemos, aunque deben fijar posición.
Mediante esta deducción, la Hacienda foral hará que 299.967 guipuzcoanos (un 76% del total en base al número de declaraciones de 2021) se ahorren en torno a 40 millones de euros, una cantidad prácticamente calcada al coste que supone para el departamento de Hacienda del territorio la misma bonificación de 200 euros que ha estado en vigor hasta este mismo año.
El consejero de Economía y Hacienda del Gobierno Vasco, Pedro Azpiazu, también se mostró ayer optimista sobre la continuidad del bono fiscal, y explicó en una entrevista en Radio Euskadi que las tres diputaciones están analizando si mantienen esta ayuda, vigente en este 2023 y con impacto positivo en el IRPF para los beneficiarios en la campaña de la renta de 2024. Preguntado sobre si personalmente confía en que se va a mantener, se mostró optimista y respondió que cree que «sí», aunque «hay tiempo».
Tan solo 24 horas después de que se celebrase el Consejo Vasco de Finanzas, con la ya citada deflactación del 2,5%, el PSE insistió en que la filosofía del acuerdo unía las dos medidas, es decir, que sin el bono fiscal de 200 euros no respaldarían en los consejos de gobierno la deflactación del 2,5% en todos los tramos del IRPF. La formación dirigida por Eneko Andueza había informado ya al PNV en el seno de los respectivos gobiernos forales de coalición que es necesario mantener la filosofía del acuerdo que unía ambas medidas.
Si el bono fiscal de 200 euros tendrá un impacto en casi 300.000 contribuyentes del territorio, la nueva deflactación lo hará en más de 525.000 guipuzcoanos (333.071 afiliados y 193.677 pensionistas), con un ahorro de 30 millones en impuestos, que ascienden a 100 millones en el conjunto de Euskadi.
Conviene recordar que Euskadi ya fue la primera comunidad autónoma que en el ejercicio de sus competencias forales puso en marcha este alivio fiscal. Las instituciones vascas ya acordaron a finales del año pasado deflactar la tarifa el 2% en el IRPF para este presente 2023, con lo que los contribuyentes guipuzcoanos se ahorrarán 23 millones de euros durante este año. Además, en 2022, también se aplicó una deflactación del 5,5%. Si sumamos ambas medidas –deflactación y bono fiscal de 200 euros– los guipuzcoanos se ahorrarán 70 millones.
La Hacienda de Gipuzkoa ha adoptado estas medidas antiinflación en un contexto en el que el territorio cerrará este presente ejercicio con una recaudación récord de 5.903 millones, aunque se queda 35 millones por debajo de la estimación realizada en octubre del año pasado.
El consejero de Hacienda anunció que se esperan recaudar para las arcas vascas el año que viene 19.000 millones, 898 más que en 2023. Un incremento del 4,9% que será el menor desde la pandemia. Gipuzkoa liderará porcentualmente ese crecimiento vasco el próximo año con un repunte del 5,18%, hasta los 6.210 millones, frente al aumento del 5,10% en Bizkaia (477,5 millones) y del 4% en Álava (114,3 más). Eso sí, en el Impuesto de Sociedades, que grava a las empresas, prevé un descenso del 7% en Gipuzkoa en 2024, 378 millones frente a 407 de este año. Un síntoma del «escenario complejo» por la desaceleración global y parón de la industria del que habló el consejero Azpiazu.
Si dejamos atrás el ejercicio precedente en el que la inflación llegó a tocar el techo del 10,5% en verano y nos centramos en lo que nos depara este 2023, el Banco de España estima en sus previsiones que el IPC cierre este año en el 3,6%, y la subyacente (la que no tiene en cuenta los precios de la energía y los alimentos no elaborados), en el 5,7%. Es decir, que esta deflactación del 2,5% servirá para cubrir apenas tres cuartas partes de la pérdida de poder adquisitivo que sufrirán los ciudadanos guipuzcoanos si nos ceñimos a dicha previsión del organismo supervisor. Según la última estadística de septiembre publicada por el INE, la inflación general en Euskadi subió nada más y nada menos que nueve décimas, pasando del 2,7% de agosto al 3,6% actual.
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